La Juventus ganó ayer el primer asalto de las semifinales de la Champions al vencer por 2-1 a un Real Madrid muy gris que cayó víctima de sus múltiples errores defensivos.  Morata adelantó a la ‘Vecchia Signora’ y Cristiano igualó antes del descanso, pero el argentino Carlos Tevez le dio a los suyos el triunfo al transformar un penalti que él mismo provocó. El equipo italiano ganó por fiabilidad al campeón, que estuvo perdido en Turín y con deficientes actuaciones individuales.

El conjunto ‘merengue’ tardó 10 minutos en enterarse de que había llegado a la capital del Piamonte para jugar unas semifinales continentales. Le costó un gol y varios sustos. Su oponente, muy intenso al inicio, supo hacer una gran presión cerca del área rival. El resto lo hizo la defensa visitante y la mala colocación del equipo.

El primer tanto llegó a los ocho minutos. Tévez encontró un profundo agujero en la zaga y disparó con mucha intención. Casillas realizó una magnífica intervención, pero Pepe no estuvo atento al rechace y Morata empujó el cuero a un metro de la portería. El exjugador de Chamartín realizó un magnífico partido.

La Juventus tenía el encuentro donde quería mientras su contrincante parecía sumido en la nube del desconcierto. Ni atacaba ni defendía. No le ayudó la posición de Sergio Ramos, un central reconvertido de nuevo a centrocampista. No solo erró múltiples pases, sino que tampoco supo dónde situarse para cortar el despliegue italiano. Tampoco colaboraron Marcelo y Varane, irreconocibles en su inseguridad.

Al rescate del conjunto español aparecieron James Rodríguez, Isco y Cristiano Ronaldo, los tres futbolistas que mejor supieron entender qué tipo de respuesta necesitaba el partido. La escuadra visitante se agarró a ellos para comenzar a manejar el balón ante una Juventus que comenzó a dar pasos hacia atrás.

El duelo fue cambiando de color y el Real Madrid igualó a los 27 minutos con una gran jugada colectiva. Supo mover el balón de lado a lado con paciencia hasta que James realizó un desmarque que rompió líneas. El colombiano recibió y puso un centro de oro para que Cristiano empujara de cabeza a la red. Un gran gol.

Aun con temblores defensivos, el Real Madrid encontró ritmo en los minutos finales de la primera parte y pudo irse al descanso con ventaja. A los 41 minutos, y tras otra gran jugada colectiva, Isco puso un gran centro hacia la cabeza de James, quien remató al travesaño.

Más errores que aciertos. Así terminó una primera mitad con más errores que aciertos por los dos equipos y con un resultado satisfactorio para los visitantes, que, incluso, pudieron dibujar una sonrisa más amplia de no ser por la madera.

La segunda parte comenzó sin trascendencia, hasta que un saque de esquina a favor de los visitantes se tradujo en el segundo gol de la Juventus. Sucedió a los 58 minutos, cuando un rechace acabó en los pies de Tévez, quien realizó una veloz carrera que acabó en su derribo tras una patada de Carvajal que el blanco pudo evitar. El propio argentino marcó el lanzamiento.

Ancelotti movió piezas y quitó a Isco para situar a ‘Chicharito’ en ataque. La respuesta de Allegri fue pasar a jugar con zaga de cinco con la entrada de Barzagli. Fue la resurrección del famoso ‘catenaccio’.

El campeón comenzó a jugar en el campo rival, pero sin crear peligro. Cada centro suyo al área fue a parar a las cabezas de los centrales. El conjunto de Concha Espina no tuvo ni argumentos colectivos ni respuestas individuales. Así se marchó un partido lleno de errores y falto de fútbol. El bloque que menos regaló fue la Juventus y por eso ganó a un Madrid alejado de su mejor versión. Deberá remontar en el Santiago Bernabéu si quiere repetir final. Y, para eso, tendrá que jugar mejor.