"Toca impulsar a las mentes hacia la diversidad"

M.M.G.
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Esta semana nuestras Conversaciones en el Lienzo nos han llevado a conocer a Edel Mercedes Abadía, abogada y promotora de los Derechos Humanos colombiana que desde hace años ejerce su activismo desde la ciudad de Ávila

SE presenta de manera arrolladora en el Lienzo Norte. Turbante y foulard del mismo alegre tono. Sonrisa constante. Más de mil palabras por minuto. Edel Mercedes Abadía (Quibdó, Colombia) es colombiana por los cuatro costados y abulense accidental pero, cada vez más, de corazón.

Es cierto que Edel no lleva mucho tiempo en Ávila. Pero lo que es verdad es que en los años en que ha fijado su residencia entre nosotros ha entrado con fuerza en la vida social abulense, implicándose al máximo y entregándose para poner al servicio su experiencia y sus conocimientos a la hora, dice, de hacer una ciudad más abierta.

Porque Edel, catedrática de Derecho en la especialidad de Derechos Humanos y Teoría del Conflicto Social es toda una eminencia en este campo. Es perfecta conocedora de una teoría que ella ha llevado siempre a la práctica. De hecho, se considera una activista cien por cien, que desde muy joven se volcó en aquellas causas para las que sentía que tenía que darla todo.

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

La mística.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

El cielo de Ávila. Su atardecer. Y cómo sale la luna en algunos momentos: a veces amarillas y otras muy roja, enorme.

 ¿Y lo que menos?

Algunas actitudes de la gente, un poco prejuiciadas.

Un lugar en el que se perdería

Más que un lugar, los espacios en los que me encuentro con mujeres en algunas asociaciones en las que colaboro y en un proyecto que he construido con mujeres inmigrantes refugiadas que están en la ciudad de Ávila para que sean miembros de una escuela en la que se cualifiquen sus liderazgos, sus saberes, sus talentos... Son espacios que a veces están en plazas públicas.

Un recuerdo de su infancia

El mar y la casita que teníamos allí, en Bahía Solano Chocó. Mi padre era juez e íbamos allí los fines de semana y las vacaciones.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Diría una pareja: San Juan de la Cruz y Teresa de Jesús. Y una pareja terrenal, la pareja Delgado Úbeda.

¿Cuál es el mayor cambio que necesita Ávila?

El tema de la igualdad de oportunidades, el tema laboral... Buscar un poco más las situaciones de trabajo de la gente. Por ser una ciudad pequeñita se podría gestionar mejor esas cuestiones. Y la apertura mental.

¿Qué tiene que mantener?

Su patrimonio cultural. Su Muralla, que es la muralla mejor conservada, no sé si del mundo. Pero he visto varias y no tienen nada que ver con ésta. Veo lo bien que se conserva.

¿Qué le parece Ávila hoy?

Que está un poco cerrada. Veo que están quitando horarios de trenes, conValladolid, con Madrid...  

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

La veo creciendo, más diversa, llena de las riquezas que da la diversidad cultural. Veo que la gente puede tener esperanzas.

¿Qué puede aportar a Ávila?

Mis ganas, mi formación no sólo académica e intelectual, sino también cultural. Lo podría poner al servicio de la comunidad.