El Ayuntamiento de Ávila, a través de su Concejalía de Turismo y Patrimonio, está ultimando la puesta en valor y posterior apertura al público de las tenerías del arrabal de San Segundo para que pueda ser una realidad como muy tarde en 2017. A la espera de conseguir una subvención solicitada en su día, el proyecto elaborado por la arquitecta municipal Cristina Sanchidrián para hacer visitables estos vestigios medievales ya consolidados, declarados Bien de Interés Cultural en junio de 2010, cuenta ya con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio.

El objetivo, explica el teniente de alcalde Héctor Palencia, es conseguir que «este activo patrimonial y turístico de la ciudad, único BIC de titularidad municipal, pueda ser disfrutado por todo el mundo».

En definitiva, se trata de convertir estas tenerías judías en un atractivo turístico más dentro de la ruta por los vestigios arqueológicos de la ciudad, entre los que también figuran los hornos postmedievales de la calle Marqués de Santo Domingo, el pozo de la nieve situado en el lienzo norte de la Muralla, las bóvedas del Carmen y el jardín de Prisciliano. Es otro paso más en la labor que viene realizando durante estos años la Concejalía de Turismo y Patrimonio para la apertura de espacios patrimoniales, entre los que también figuran la puesta en valor del antiguo cementerio judío, en colaboración con la Junta de Castilla yLeón, o la rehabilitación de la Muralla.

El proyecto del Ayuntamiento contempla un itinerario peatonal que, minimizando el impacto visual, permita contemplar directamente este complejo artesanal dedicado al curtido de piel que estuvo en funcionamiento entre la segunda mitad del siglo XIV y principios del XVIII (hasta su expulsión, las tenerías estuvieron regentadas por judíos), y que hoy constituye uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial que todavía quedan en la ciudad. Y es que hablamos de un testimonio vivo de la historia de Ávila, por lo que entra dentro de las líneas de actuación preferentes del área municipal de Turismo y Patrimonio, dirigidas a poner en valor los vestigios que ayudan a comprender mejor la ciudad, sus orígenes y su evolución.

Excavaciones hasta 2005. En las excavaciones realizadas  por la Junta de Castilla yLeón entre 2001 y 2005 en el arrabal de San Segundo, de aproximadamente una hectárea de superficie, afloraron restos en muy buen estado de una treintena de tinas de madera, cerámica y de obra, así como atarjeas -conducciones de agua realizadas en ladrillo-, restos de calles, estancias y piletas utilizadas en el proceso del curtido de pieles.

Muchas de las tinajas se encuentran aún enteras, así como las piletas e incluso el pavimento de las estancias y el empedrado de lo que podría ser una calle de la época.

La documentación medieval sobre la ciudad revelaba la existencia de las tenerías, aunque no su ubicación exacta.

Los trabajos de excavación se iniciaron en 2001, con una fase preliminar que consistió en un control arqueológico que no consiguió determinar la ubicación exacta de las tenerías. Las tres fases siguientes de excavación se desarrollaron entre 2002 y 2005, concluyendo con el trabajo en un área de 500 metros cuadrados. Los restos de las tenerías aparecieron muy cubiertos por la cal, uno de los elementos que se utilizan en el proceso industrial el curtido del cuero.