Tres puntos para la esperanza

diariodeavila.es
-

Claro triunfo sobre el Becerril. El Real Ávila se impone al cuarto clasificado, lo que le permite todavía soñar con la salvación en los tres partidos que restan para la finalización de la temporada

A falta de nueve puntos por disputarse, el Real Ávila se ha colocado a dos de la zona de salvación si no baja ningún equipo de Castilla y León de Segunda B, y a cinco si baja uno. Este es el resumen numérico más claro que deja la victoria del conjunto abulense sobre el Becerril, que llegaba al Adolfo Suárez como cuarto clasificado, pero que se gue claramente derrotado ante un equipo que ofreció una imagen bien distinta a la del pasado domingo ante el colista, lo que le valió el reconocimiento de una grada que  se resiste a rendirse.  

Cuando más negro estaba el futuro del conjunto abulense, estos tres puntos, junto con las derrotas de Cultural Cebrereña y Burgos Promesas 2000, le abren una puerta a la esperanza. Tiene que seguir pensando en que debe ganar los tres partidos que le restan y puede que ni aún así le valga, pero por lo menos va a llegar vivo a las últimas jornadas y si muestra el juego y empuje del partido de ayer, la salvación que para casi todos se muestra imposible, puede que se materialice, algo que podría perfectamente entrar en el capítulo de los milagros.

No queda claro de donde vienen esos cambios que el equipo está ofreciendo en según qué partidos.  El Ávila de ayer se pareció más al del día del Mirandés B que al del Salmantino o Villa de Simancas. Quizá cuando el equipo se ve desesperado logra sacar lo mejor de sí.

En el encuentro de ayer, a pesar de que comenzó con una ocasión del visitante Víctor, sobre todo en el primer tiempo el único dueño del choque fueron los encarnados. Volvió Esteban a la titularidad en la portería después de que Darío ofreciera sensaciones de inseguridad en los últimos encuentros, y el resto de cambio fue la entrada de Vitolo por Bruju. Pero más que de nombres, hombres y posiciones los cambios fueron de otro tipo. De algo que se cuantifica de manera distinta. De actitud. De esa palabra de la que tanto se ha hablado desde el partido contra el colista, y que ante el Becerril fue bien distinta.

Ayudó, qué duda cabe, que los errores no se castigaran de forma tan grave a cómo lo está padeciendo el Ávila esta temporada. Los hubo en defensa, pero se arreglaron con los tres tantos que anotó un equipo que dio sensación de control durante buena parte de los 90 minutos, algo de lo que ha adolecido en muchos y decisivos encuentros de esta temporada. Únicamente en el arranque del segundo tiempo hubo un periodo de unos diez minutos en los se adivinaron nubarrones, pero Dela los disipó.

El lateral-interior fue el mejor de los suyos. Dio dos goles y una clase de entrega. Fuera por su contagio o por lo que sea, el equipo mantuvo el tono durante toda la primera parte que se cerró con 1-0 tras un gol rocambolesco. Álex falló el penalty que  Dani cometió sobre Nata, pero el rechace de Sevi le volvió al interior abulense que ni el mismo debe saber cómo marcó, porque remató trastabillado y el balón pasó por entre las manos del portero visitante.

Con ventaja en el marcador el Ávila cedió terreno y lo pudo pagar,  con un mano a mano que primero salvó Esteban y luego Marco bajo palos. No le dio tiempo al Becerril en creer en más porque cuatro minutos más tarde de su gran ocasión para empatar llegó la sentencia de Miguel que empujaba en el área pequeña un pase de Dela, que también regalaba el cuarto a Vitolo, que cabeceó picado para sentenciar un choque que vuelve a enseñar el camino al Ávila para una salvación más cercana que nunca.