Mesegar acoge el sábado los actos centrales en honor al obispo de Tonkin

M. E.
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Una misa presidida por el obispo de Ávila, la inauguración de una exposición temática y la presentación del libro 'Un ilustre vecino de Mesegar de Corneja' son los tres hitos del homenaje de la localidad

La Asociación Cultural ‘Amigos de Mesegar’ celebra el próximo sábado, día 14 de julio, los actos centrales del 50 aniversario de la muerte de monseñor Francisco Gómez Santiago, obispo de Tonkin (Vietnam) y natural de la localidad de Mesegar del Corneja.

Un acto religioso en la iglesia parroquial de Santa Ana, presidida por el obispo de Ávila, Jesús García Burillo -12,00 horas-, la inauguración de la exposición temática sobre el obispo de Tonkin -13 horas- y, ya por la tarde, la presentación del libro ‘Un ilustre vecino de Mesegar de Corneja’, elaborado por Elena Avellaned y Pablo Martín, miembros de la asociación, conforman los principales hitos de una celebración muy esperada y a la que ‘Amigos de Mesegar’ ha dedicado tiempo y esfuerzo.
La exposición, cuya organización también ha recaído en Elena y Pablo, permanecerá abierta en el espacio Meseg-arte de la Asociación Cultural ‘Amigos de Mesegar’ los viernes, sábados y domingos de 19,00 a 21,00 horas, en principio hasta el mes de septiembre.

Con la presentación prevista para las 19 horas, el libro ‘Un ilustre vecino de Mesegar de Corneja Ávila. Francisco Gómez Santiago 1887-1961. Obispo de Tonkin, vicario apostólico de Hai-Phong’, es un trabajo de investigación que se acerca a la vida de Monseñor Gómez Santiago, de la Orden de Predicadores (dominicos), en un recorrido desde su nacimiento, sus primeros años de formación, su vuelta a Ávila al convento de Santo Tomás, antes de partir hacia Manila y definitivamente a las tierras de Tonkin (Vietnam). Allí tuvo lugar su consagración episcopal en el año 1933 y allí estuvo hasta mediados de 1951, en el que ya como obispo dimisionario regresó a España.

El recorrido por su vida se ubica en tres espacios y tiempos diferentes: las misiones dominicanas de Tonkin en la primera mitad del siglo XX, la década de los años 50-60, como figura reconocida en la capital abulense, y la vinculación con su pueblo natal, donde se conservan algunos recuerdos suyos.