Maduro paraliza la economía

SPC
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El presidente lanza una reconversión contable que quita cinco ceros al bolívar para frenar la hiperinflación que vive el país, aunque provoca el efecto contrario y hace subir los precios

Incertidumbre entre la población, los consumidores, los mercados y los países extranjeros. Esa es la sensación general que se vive en Venezuela tras la entrada en vigor ayer de la segunda reconversión monetaria en tan solo 10 años implantada por el Ejecutivo de Nicolás Maduro, lo que supuso que los ciudadanos amanecieran con menos ceros en sus cuentas bancarias. El Gobierno bolivariano decretó además el día como no laborable, razón por la que las calles y avenidas estaban vacías y la mayoría de los comercios cerrados.

La simplificación contable, que le quitó cinco ceros al bolívar, es una de las medidas del Gabinete de Maduro enmarcadas en un plan de «recuperación y expansión económica» con el que Caracas busca salir de la crisis.

En este contexto, ayer comenzó  a circular una nueva familia de billetes bajo el nombre de bolívar soberano y con denominaciones más ajustadas a la inflación nacional que, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, cerrará el año en un 1.000.000%.

Sin embargo, las entidades financieras no trabajaron este lunes, lo que hizo que apenas circulasen las nuevas divisas.

Los bancos privados y públicos reiniciaron sus sistemas desde la noche del pasado domingo, cuando comenzó un apagón financiero, y fueron reactivando sus plataformas por mañana, algunos con más rapidez y solvencia que otros.

Aunque Maduro llamó a no subir los precios, estos comenzaron a dispararse desde el pasado viernes cuando decretó que el salario mínimo se multiplicará por 35 desde el próximo 1 de septiembre.

Productos como la gasolina, cuyo precio es tan bajo que llenar el depósito es 700 veces más barato que en Colombia, experimentaron un aumento de facto ya que los billetes con que se pagaban estos combustibles son de circulación ilegal.

Además, el jefe de Estado prometió unificar el mercado cambiario, que es controlado por el Estado y donde se estima que podría incrementarse esta semana en 2.311% el precio del dólar estadounidense, lo que significaría una devaluación del 95,8.