Marazu se hace grande

David Casillas
-

El cantante y compositor abulense acaba de publicar el disco 'Escandinavia', once canciones de mucha calidad y hondura en las que música y letra, muy cuidadas, se fusionan para ofrecer un excelente resultado

david.casillas@diariodeavila.es

Tres años después de crear el magnífico disco La colección de relojes, un trabajo brillante, lleno de significado y en el que la música y unas letras inspiradas y muy cuidadas se conjugan perfectamente para levantar historias y sugerencias inagotables, el cantante y compositor abulense Jorge Marazu ha lanzado un nuevo CD al mercado, una apuesta para la que se ha reinventado sin dejar de ser esencialmente él mismo y en la que poniendo tanto entusiasmo y entrega (o más) que en el reto anterior ha construido un trabajo más suyo si cabe, puesto que ha sido responsable de casi todo el proceso. Si con La colección... demostró con creces que atesora una gran calidad y un lirismo singulares, con este nuevo trabajo bien puede decirse que Marazu se ha hecho ‘grande’.

Escandinavia, que ése es el título de este nuevo CD, es un disco conformado por once canciones (Hiroshima, Adiós¡, Escandinavia, Tocado y hundido, Las mismas cosas, Haces bien, El misterio, Tu tren, Media vuelta, Intergaláctica y El valiente Desperaux) que a lo largo de 44 minutos de excelente música escriben «una especie de fábula de un tiempo concreto» que «narran la experiencia de un proceso personal propio». Las letras de Escandinavia, explica Marazu, «tejen una autobiografía, un mundo de experiencias en el que he cuidado mucho los matices, la atmósfera y los colores para que quien me escuche tenga la sensación de que está ante la banda sonora de algo».

Todos los temas que dan contenido a Escandinavia son canciones «compuestas a conciencia», seleccionadas de entre las nacidas en los últimos años siguiendo el criterio de «decantarme sólo por las que fluyeron bien desde el principio, las que consideré que iban a estar a la altura que quería para el disco». El resultado, resume, «son once canciones mimadas de principio a fin como si me fuese la vida en ello».

Las letras de todos los cortes del disco tienen «mucho peso» y «están muy cuidadas», como es sello de identidad en este artista abulense, abordando una serie de temas muy queridos por Marazu entre los que destacan «las despedidas» y un cierto acercamiento a las derrotas cotidianas, pero en los que no suele faltar «la fe en muchas cosas».

La parte musical, añade Marazu, «ha supuesto un significativo paso adelante» en relación con La colección de relojes, con «notables diferencias y un sonido que cambia radicalmente, más conceptual, más mimado, más sutil», en el que se deja notar mucho la introducción de nuevos instrumentos como la trompeta, el violín o una sección de cuerda.

Jorge Marazu grabó el disco entre septiembre y octubre del pasado año, en unas semanas intensas en las que contó con Toni Brunet como productor y José María Rosillo como ingeniero de sonido, y con la colaboración de músicos «a los que queremos y admiramos» como Martín Bruhn, David González, Marina Sorín, Nacho Mastretta, Luis Prado o César Pop (con el que también comparte la autoría de alguna canción). Tras la grabación quedaba por realizar el trabajo de producción, postproducción, diseño, fotografía…, y para esos pasos, a pesar de ser consciente de «la dureza y la responsabilidad» de la decisión, el cantante abulense decidió apostar por sacar al mercado un disco «sin manager, sin promo potente y con mi propio sello».

Lanzó una campaña de crowdfunding para disponer del dinero suficiente para realizar esa tarea, lo consiguió y logró ser el dueño de todas las decisiones. Fruto de esa apuesta es un disco que merece el éxito de los trabajos que aúnan calidad y sentimiento, un CD que el pasado martes salió a la venta en versión digital y que estará disponible en soporte físico a principios de la semana próxima.

Superado ese duro trabajo, «muy satisfecho por el resultado y porque he hecho lo que quería hacer, consciente de todos los riesgos que suponía pero sabiendo que era la única manera de hacer algo bueno y que dure en el tiempo, de crear arte de verdad para ir avanzando poco a poco en mi carrera», Jorge Marazu piensa ya en los conciertos que ofrecerá para defender Escandinavia, gira que comenzará en Ávila («quería comenzar en mi ciudad para agradecer al público del Ávila el apoyo que me está dando») el día 18 de septiembre y continuará en Madrid (25 de septiembre en la sala Galileo) y Barcelona (2 de octubre en la sala Mediterráneo), itinerario abierto a nuevas citas y que en el mes de febrero habrá de hacer un paréntesis puesto que dará el salto a México para ofrecer allí una gira de actuaciones.