La solidaridad de los abulenses quedó demostrada una vez más este domingo en la tradicional marcha al santuario de Nuestra Señora de Sonsoles que desde hace siete años organiza la Asociación Juvenil Barrio de la Universidad para aportar su granito de arena a los enfermos de alzhéimer y a sus familias. Una llamada solidaria que a pesar del mal tiempo, y de la amenaza constante de lluvia, contó con 420 participantes. «Estamos bastante contentos porque según el pronóstico del tiempo creíamos que este año iba a ser malo en cuanto a participación», reconocía Antonio Muñoz, portavoz de la asociación organizadora, que destacaba que «la gente, para estas causas, se vuelca haga bueno o malo». Lo recaudado se destinará a Afávila, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Ávila, y en este caso al proyecto de ampliación de su sede, presupuestado en 900.000 euros y que posibilitará la atención de 90 personas más afectadas por esta enfermedad.