Canadá no se deja intimidar

Agencias
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El Gobierno anuncia que endurecerá la ley contra el terrorismo tras el atentado en Ottawa, realizado por un norteamericano convertido al Islam con antecedentes por robo y drogas

Canadá no se deja intimidar - Foto: BLAIR GABLE

Los dos atentados que ha sufrido Canadá esta semana son obra de lobos solitarios. Concretamente, de ciudadanos norteamericanos convertidos recientemente al Islam que han querido sembrar el terror en el país por la decisión del Ejecutivo de sumarse a la coalición internacional que lucha en Siria e Irak contra el Estado Islámico. Así lo confirmó ayer la Policía de Ottawa, que continúa investigando el ataque sufrido el pasado miércoles en el Parlamento y que acabó con la vida de un soldado cerca de la sede gubernamental y del propio agresor.

Sin embargo, según el primer ministro, Stephen Harper, estos hechos no atemorizarán a la nación y, de hecho, anunció que endurecerá la ley contra el terrorismo en el país.

En un discurso, un día después del asalto a la Cámara Baja, el premier destacó que Canadá no se dejará intimidar por la violencia y el terror. «Estaremos muy atentos, pero no andaremos de un lado a otro asustados», aseveró. «Vivimos en un mundo peligroso», remachó.

Además, reiteró la intención de desplegar seis cazabombarderos CF-18, dos aviones de vigilancia CP-140, uno de repostaje en vuelo y 600 miembros de personal durante un período de seis meses.

Mientras tanto, la capital del país intentaba recuperar la normalidad, al tiempo que la investigación continúa adelante.

A pesar de que, inicialmente, se había hablado de «al menos dos atacantes», la Policía confirmó que fue un único asaltante quien llevó a cabo la actuación en el Parlamento y lo identificó como Michael Zehaf-Bibeau, un hombre de 32 años, un ciudadano canadiense con nacionalidad libia convertido al Islam recientemente, con antecedentes por robo y drogas en Montreal y que estaba clasificado por las autoridades entre los «viajeros con alto riesgo para la seguridad». Al parecer, el agresor pretendía viajar a Siria, según apuntaron fuentes de la investigación.

Según los medios de comunicación nacionales, el joven era un perturbado mental que modificó sus creencias tras pasar un tiempo en Libia y que se declaró culpable de posesión de drogas en 2004, tras lo que fue condenado. Posteriormente, fue acusado de sustracción y amenazas tras un robo.

Zhaf-Bibeau murió tras ser tiroteado por las Fuerzas de Seguridad en el interior del Parlamento tras matar a un militar junto al monumento a los caídos que hay frente a la sede legislativa.

Según aseguró un amigo a un periódico, el asesino no era extremista, pero frecuentemente hablaba de que se sentía perseguido por el diablo y hace seis semanas que planeaba un viaje a Siria.

La madre del atacante fallecido, Susan Bibeau, reside en Montreal y trabaja para el Gobierno federal y se mostró enormemente sorprendida por lo sucedido, que, según apuntó, no se podía esperar que ocurriera.

El incidente del pasado miércoles se suma al que tuvo lugar dos días antes en Quebec, donde un joven «radicalizado» atropelló a dos soldados, uno de los cuales peridó la vida. El autor de la matanza murió poco después abatido por la Policía. El hecho fue vinculado a la ideología terrorista por parte de las autoridades y, precisamente, por ello, el Gobierno elevó, horas antes del asalto al Parlamento, la alarma terrorista de nivel bajo a medio. Sin embargo, fuentes de la investigación no quieren relacionar ambos sucesos, aunque, según apuntaron, no descartan que la acción en Ottawa sea un acto similar.