«En todas las líneas hay muy buenos futbolistas». Era una de las primeras afirmaciones que señalaba Toni Ayala cuando se le pregunta por los jugadores que se ha encontrado a su llegada al Adolfo Suárez.Lo reconoce delante y detrás de los micrófonos un entrenador que, tras su primera toma de contacto con el equipo, no llega a comprender, más allá de lo mental, la falta de gol de un conjunto que está convencido de que tiene en su plantel los futbolistas necesarios como para sacar adelante la situación. Aunque de fondo de armario esté algo escaso. Mucho más cuando David Muñoz sigue entre algodones y es la única duda que se le presenta al entrenador canario para confeccionar un once en el que, con la ausencia del mediapunta, pocas opciones a las ya conocidas dispone.

Si dicen que ‘todos los caminos conducen a Roma’, todos los caminos, salvo sorpresa, conducen a un once donde Kilian y Rabadán serán los encargados de llevar la batuta en un centro del campo sin muchas más opciones. Si Muñoz no entra en el once,  el enganche pasará por las botas de Vitolo, lo que dejaría la banda derecha en manos de Morilla. Samu, por su parte, parece partir con ventaja sobre Benji.

En defensa Edu y Javi son el mejor seguro.Llorián un fijo y José María el único lateral derecho puro. Que Esteban o Darío ocupen el marco, en el aire.