El Mercado Ecológico acierta con su nuevo emplazamiento

Mayte Rodríguez
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El primer día de la nueva temporada se saldó con pocos puestos pero una buena respuesta por parte del público

Acelgas, perejil, cebolletas, zanahorias, quesos, yogures, ..., todo con sello ecológico y la garantía de calidad de ser productos de la tierra. El Mercado de Agricultura Ecológica estrenó temporada este sábado después de cuatro meses de parón y lo hizo en el Jardín de San Roque, un emplazamiento nuevo con el que la organización se mostraba muy satisfecha vistos los resultados de ventas. «Hemos acertado con el sitio, es una zona de paso, la gente se para ante los puestos y compra», apuntaba Juan Senovilla. Solo había que ver cómo estaban los puestos de productos perecederos al filo de la una de la tarde: poca mercancía quedaba ya por vender.
Si por algo se caracteriza este mercado que se celebrará cada último sábado de mes es que los productores venden directamente sus productos a los consumidores, algo que redunda en la calidad.

Este sábado tan solo había seis puestos porque nos encontramos aún en época de «transición» para productos como las hortalizas y las legumbres, si bien la organización augura que a medida que la nueva cosecha vaya llegando irá ampliándose la cifra de productores presentes. De hecho, todavía se espera otra media docena de puestos. «Nos faltan varios de verduras hortalizas, el del aceite, el panadero, el del chocolate, el del bar, ...», admitía Senovilla, que agradecía el gesto del Ayuntamiento de Ávila por renovar el convenio con UCCL que hace posible este Mercado de Agricultura Ecológica. Precisamente, aprovechó la oportunidad para denunciar los perjuicios del recientemente aprobado Tratado Trasatlántico de Libre Comercio por cuanto, reveló, «supone la introducción sin cortapisas de los alimentos transgénicos que producen las grandes compañías de EEUU», algo que acarrea «una gran inseguridad alimentaria» para el consumidor debido al «rebajarse los controles y exigencias» por parte de la Unión Europea. Precisamente, el Mercado Ecológico constituye la otra cara de la moneda de la gran «especulación del sector alimentario», afirmó.