Barreras eficaces contra los mosquitos

SPC
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Malaria, dengue o fiebre amarilla son algunas de las enfermedades tropicales que pueden transmitirse a través de las picaduras de estos insectos

Las intensas lluvias que han caído durante la primavera en todo el país hacen prever que este verano sea más necesario que nunca protegerse de las picaduras de los mosquitos. Eduardo González Zorzano, experto del Departamento Científico de Cinfa, indica que «estos insectos proliferan con mayor facilidad en ambientes húmedos y cálidos, por lo que la conjunción de una primavera lluviosa y las altas temperaturas típicas del verano podrían dar lugar a una población de mosquitos más numerosa de lo habitual».

Crear barreras eficaces contra ellos es especialmente importante durante las vacaciones, cuando los desplazamientos a la costa o a la montaña nos hacen más vulnerables, ya que en estos ambientes el riesgo de picadura es mayor. Más aún si se dedica tiempo de ocio a practicar actividades que implican estar cerca de playas, ríos o piscinas, donde hay mayor presencia de insectos. Según explica el experto de Cinfa, «para poder extraer la sangre con mayor facilidad, la saliva de los mosquitos tiene un anticoagulante muy potente que introducen en nuestro torrente sanguíneo al picarnos». Ante esta situación el sistema inmunitario reconoce esa sustancia como algo ajeno al cuerpo y la ataca, lo que provoca síntomas como la inflamación de la zona, picazón y, a veces, dolor.

La mayor parte de las picaduras no tienen consecuencias graves, pero sí pueden llegar a suponer un problema para la salud cuando se viaja a destinos vacacionales exóticos. Como recuerda González Zorzano, «algunas especies de mosquitos pueden suponer una vía de contagio de enfermedades tropicales peligrosas como la malaria, el dengue o la fiebre amarilla, por lo que antes de viajar, debemos informarnos sobre las vacunas y los tratamientos preventivos necesarios». 

Por ello, sea cual sea nuestro lugar de vacaciones, para evitar la acción de estos insectos es necesario recurrir a repelentes de mosquitos que cuenten con dietiltoluamida (DEET) entre sus principios activos, ya que está considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el más eficaz.

Para que cumplan su función, los repelentes deben aplicarse tanto en las zonas de piel expuestas como en las prendas de vestir. Otras medidas de prevención eficaces son el uso de manga larga, pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes, que atraen a los mosquitos. Si estas barreras no han mantenido alejados a los mosquitos, una vez se ha producido la picadura, se puede recurrir a tratamientos calmantes cuyo principal activo sea el amoniaco, pues este neutraliza la toxina introducida por el insecto.

Por otra parte, se debe seguir estrictamente las recomendaciones sobre el modo y frecuencia de uso descritos por el fabricante. En todo caso, hay que aplicarse siempre primero el fotoprotector solar, dejar absorber durante 20 minutos y, entonces, aplicarse el repelente de mosquitos.