«¡Marlaska, suelta ya la pasta!» Ésta y otras consignas en referencia al actual ministro de Interior han sido las que este sábado a primera hora de la mañana han podido escucharse a las puertas del Centro Penitenciario de Brieva, donde unas 200 personas convocadas por los sindicatos CCOO, Acaip, UGT Prisiones y CSI-F se han concentrado para denunciar «la crítica situación» que vive un colectivo formado por 23.000 empleados públicos a nivel nacional, de los que unos 180 trabajan en la cárcel abulense.
«Los empleados públicos de prisiones somos ninguneados por parte de las administraciones penitenciarias», ha expuesto Antonio González, el responsable de UGT Prisiones, que ha planteado cómo estos trabajadores se sienten «maltratados y abandonados por el Ministerio del Interior». «Trabajamos en unas condiciones laborales muy duras y sufrimos agresiones todos los días», ha asegurado y ha hablado de cómo después de haberse reunido esta semana con Instituciones Penitenciarias, que les anunció una justa subida restributiva, a finales de semana fueron informados de que no se había autorizado el aumento del sueldo. Y todo, han explicado los representantes sindicales, con el agravante de la «importante brecha salarial» que padecen en función de las condiciones arquitectónicas del centro en el que trabajen y que puede llegar a alcanzar los 700 euros. Por todo ello, han anunciado nuevas movilizaciones así como una huelga general, cuya fecha se conocerá a comienzos de semana.
El Centro Penitenciario de Brieva, como ha explicado Silvia Fernández, portavoz de CCOO, se encuentra entre las posiciones más bajas de las nueve en que se categorizan los centros penitenciarios. Pero eso no quiere decir que no sea peligrosa para el trabajo de los empleados públicos, han alertado estos. «El hecho de que sea de mujeres no quiere decir que no sea peligrosa, porque aquí han presas de primer grado», ha matizado José Ramón López, presidente de Acaip. «El problema es que la clasificación se hizo en el año 1989 y ahora se ha quedado obsoleta», ha planteado éste.
En lo que se refiere a la presencia desde hace meses de Iñaki Urdangarín en Brieva, Adolfo Fernández, de CSI-F Prisiones, ésta les ha afectado en la medida en que han tenido que reestructurar turnos, lo que les ha condicionado en sus vacaciones. «Se ha agravado la situación al ser pocos funcionarios», ha expuesto éste.