Los abulenses se casan cada vez menos. O al menos eso se desprende de la suma de los enlaces civiles y religiosos celebrados en Ávila los últimos tres años, que ha descendido un 26,9 por ciento, al pasar de las 551 bodas celebradas en 2013 a las 434 oficiadas el año pasado (pasando por las 493 de 2014), ya fuera en algún templo o en dependencias municipales o judiciales.

Pero detrás de esas cifras se esconden otras que hablan de dos tendencias bien diferenciadas: la clara tendencia a la baja entre las bodas celebradas por la iglesia católica y la tendencia al alza de los enlaces civiles.

Vayamos por partes. En el caso de las bodas religiosas es más que evidente que cada vez son menos las parejas abulenses que optan por esta modalidad de unión.

Así, según los datos facilitados a este diario por el Obispado de Ávila y que se remontan hasta  2011, en aquel año fueron 486 las parejas que sellaron su amor ante un altar. Ésta es la cifra más alta del último lustro porque, a partir de entonces, los datos comienzan a caer paulatinamente, pasando a las 400 bodas de 2012; las 455 de 2013 (cuando se registró un claro repunte); las 391 de 2014; y las 317 ya mencionadas de 2015, la cifra más baja.

Son, en definitiva, 169 bodas menos, o lo que es lo mismo, una caída del 34,7 por ciento. 

Aún así, son muchas más las parejas que optan por casarse por la iglesia que las que lo hacen por lo civil, cuyos datos, por otra parte, son los únicos que han crecido en los últimos años.

En este caso, y teniendo en cuenta que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha facilitado a este diario los datos de los últimos tres años, los enlaces civiles han pasado de los 96 de 2013 a los 117 del año, pasando por los 102 de 2014, lo que supone un aumento del 21,8 por ciento en el último trienio.

 

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