El reciclaje de vidrio de forma profesional comenzó en España hace 20 años con la creación de Ecovidrio, una entidad sin ánimo de lucro encargada de gestionar todos los residuos de envases de cristal en nuestro país. Cada vez que se echa una botella a un contenedor verde aparece esta compañía para encargarse de su reutilización. Su objetivo principal es preservar el medio ambiente y contribuir al desarrollo sostenible, de acuerdo a los principios de economía circular.  

Ecovidrio cumple 20 años. ¿Antes de su creación no se reciclaba cristal en España?

Efectivamente, en Ecovidrio cumplimos 20 añazos. Pero más que nuestro aniversario podemos decir que es el cumpleaños de toda una sociedad avanzando hacia un modelo más sostenible: ciudadanos, hoteleros, compañías envasadoras, administraciones… Todos los que han hecho posible el buen funcionamiento del modelo contenedor. Antes del nacimiento de Ecovidrio sí que se reciclaba en España, pero de forma más residual, no generalizada. El primer contenedor para reciclaje de envases se colocó en Madrid el 1 de febrero de 1982, lo inauguró Tierno Galván y una semana después lo hizo Narcís Serra en Barcelona. Lo que tiene lugar en 1997 es la Ley 11/1997 de Envases y Residuos de Envases, que alumbra el nacimiento de Ecovidrio, un sistema profesional y al que tienen acceso todos los ciudadanos para el reciclaje de los componentes de productos de cristal. Todos los municipios están obligados a prestar ese servicio. 

¿Cómo ha evolucionado el reciclaje de este material en dos décadas?

Lo ha hecho de manera muy positiva. Nosotros decimos que hemos experimentado una revolución del reciclado. La tasa en el año 2000 era de 31,3 por ciento, en 2016 el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) publicó la última cifra oficial, que es de 71,8 por ciento. Actualmente, siete de cada diez botellas de cristal se reciclan en España. La sociedad ha crecido en conciencia medioambiental durante todo este tiempo, aunque en Ecovidrio no nos conformamos. 

¿Se puede llegar a una tasa de reciclaje del 100 por cien o eso por ahora es una utopía?

Sí, por supuesto. Hay países europeos que tienen nuestro mismo modelo contenedor, como es el caso de Bélgica, que ha alcanzado el 100 por cien. Nosotros, como responsables de la gestión hacemos y seguiremos haciendo todo lo que está en nuestra mano para seguir incrementado la tasa. Pero, además, necesitamos la implicación de la Administración central, autonómica y, por supuesto, los ayuntamientos, que tienen mucho que decir en cuanto a la transición a un modelo circular y la lucha contra el cambio climático. 

¿Cuáles son las claves? ¿Más concienciación, más educación a los niños, mayores facilidades?

Antes he comentado la inversión y los ejes estratégicos, como nuestra apuesta por la prevención, el reciclado y la sensibilización. Pero en este punto demandamos a las administraciones que hagan su parte y que se abandone la voluntariedad del ciudadano como única vía. Hay muchas medidas que pueden tomarse y que han demostrado su éxito en otros países de Europa, como es la transparencia y equidad en el pago de la tasa de residuos, el establecimiento de un canon al vertido. 

¿Cómo estamos respecto a la media de otros países de Europa?

España está en la media europea y nos situamos por encima de países como el Reino Unido, Italia o Portugal. Y eso teniendo en cuenta que empezamos a reciclar de forma profesional algo más tarde y que nuestro sistema descansa en la voluntariedad, cosa que no pasa en los países referencia en reciclado. Aspiramos a alcanzar las cifras de Bélgica con el 100 por cien, Luxemburgo, que tiene un 98,3, o Suecia un 92,8. 

¿Qué pasa con el vidrio cuando un ciudadano echa una botella al contenedor?¿Se recicla por completo?

Se recicla todo e infinitas veces. De una botella de cristal sale otra exactamente igual, con las mismas características y propiedades. Es un material maravilloso: procedente de la naturaleza, absolutamente reciclable, reutilizable e inerte. 

¿Qué ventajas para el medio ambiente tiene reciclar? ¿Cómo le explicamos al ciudadano que su gesto de tirar el vidrio al contenedor sirve para algo?

En el proceso se ahorra energía y emisiones de CO2 -debido al menor punto de fusión del calcín respecto a las materias primas originales-, evitamos la extracción de materias primas del terreno y que crezcan los vertederos. Por ejemplo, reciclando tres botellas evitamos la generación de energía equivalente a cargar nuestro smartphone durante un año, o a ver 500 películas en nuestra tablet. El ciudadano debe ser consciente de lo que reciclar envases implica para el medioambiente y cada uno de nosotros debemos preocuparnos también por ir más allá y cambiar nuestro modelo de consumo hacia uno más medioambientalmente responsable. Los recursos no son infinitos. 

En alguna ocasión se ha hablado de que los ciudadanos paguen una tasa por generación de residuos. Que cuanto más generen, más paguen. ¿Están de acuerdo con esto? 

El ciudadano tiene derecho a saber lo que está pagando y el derecho a pagar de forma equitativa. No es justo que todos los ciudadanos paguen lo mismo. La obligación de las administraciones es velar por el cumplimiento de las normas del ciudadano, sobre todo, en temas tan trascendentales y que impactan tanto en el medioambiente. Esto supondría que los que mejor reciclan pagarán menos de lo que hacen actualmente ya que al ayuntamiento le costaría menos. 

La Unión Europea le ha declarado la guerra al plástico. ¿Es previsible que el envase de vidrio vaya a más como consecuencia de esto?

El debate sobre el uso del plástico está ahora de máxima actualidad. A nivel legislativo, ya se están dando pasos para limitar su uso desechable. Desde luego, se trata de un asunto global que las administraciones quieren y deben atajar. De todas formas, recordemos que el problema ambiental se ocasiona, además de por el uso innecesario de este material, como consecuencia del mal uso y la mala gestión de esos residuos por parte de ciudadanos irresponsables. Es decir, aquellos que contaminan el medio se encuentran allí porque no han sido gestionados con responsabilidad. Respecto al vidrio, ya he comentado anteriormente que se trata de un material cuyos componentes vienen de la naturaleza, además es inerte, reciclable al 100 por cien y los envases se fabrican con grandes porcentajes de calcín, lo que evita la extracción de materias primas. Además, la directiva europea de plásticos de un solo uso incorpora un estudio independiente que cifra la presencia de envases en el litteringmarino de las playas europeas en un uno por ciento.

El reciclaje de vidrio es también una industria que genera ingresos y crea puestos de trabajo. ¿Qué cifras manejan en ese sentido?

La gestión de residuos de envases de vidrio genera actividad económica y social, con casi 8.000 empleados directos e indirectos vinculados. El mito de que el reciclaje quita puestos de trabajo es completamente falso, al contrario. Además, la transición hacia una economía circular, con la que Ecovidrio está completamente comprometida, podría suponer la creación de 55.000 puestos de trabajo en nuestro país en 2030. 

¿Qué objetivos se ha fijado Ecovidrio para los próximos años?

A la espera de la transposición de la Directiva y de que se clarifiquen los métodos de cálculo, desde Ecovidrio queremos cumplir de manera holgada, como siempre hemos hecho en el pasado, los objetivos de la Unión Europea en la tasa de reciclado de envases de vidrio. Los mismos están fijados en un 70 por ciento para el 2025 y un 75 para el 2030. Digamos que somos muy ambiciosos, que es ADN de la casa. Estamos seguros de que con la colaboración de todos los agentes lograremos superar holgadamente estos objetivos.