Ocho chicos de la Casa Grande de Martiherrero serán recibidos hoy por el Papa Francisco en audiencia en el Vaticano, culminando de esa manera un proyecto lleno de ilusión incluido en los actos de conmemoración de los 50 años de esta institución que comenzó a germinarse hace unos meses y en el que han colaborado numerosas personas con total entrega y de forma desinteresada, entre ellos el obispo de la diócesis, Jesús García Burillo.

Esta recepción, que tendrá lugar en una audiencia muy numerosa en la que el Papa saludará a mucha gente, es el fruto final de un proyecto –sus organizadores llegaron a calificarlo de ‘utopía’, tal era su dificultad– que dio sus primeros pasos a comienzos de año, cuando en la preparación de los actos de conmemoración del medio siglo de vida de la Casa Grande se tomó conciencia de la cercanía que muchos de los chicos sentía hacia el Papa. De ahí surgió la idea de crear un vídeo –que realizaron Esther Martín y Vidicam– protagonizado por esos chicos, un trabajo audiovisual realizado con arte y mucho cariño que fue enviado al Vaticano y que logró ser visto por el Papa.

Tan intenso, tan cercano y tan hermoso era el contenido de ese trabajo que el Papa aceptó reunirse con sus protagonistas. La fecha para esa cita, que para todos los implicados en el proyecto ha significado una alegría enorme, fue puesta para hoy. Ayer los chicos salían de Ávila para tomar un avión en Madrid que les llevará a esa cita que, a buen seguro, ninguno de ellos olvidará jamás.