Un año más y coincidiendo con las fiestas navideñas, un grupo de Juventud Obrera Cristiana de Ávila se trasladó al centro de la ciudad para regalar abrazos a la gente con los que intentar recuperar los auténticos valores de estas fechas, que pasan por alejarse del consumismo excesivo y acercarse más a las personas. Y es que para este movimiento juvenil, la Navidad puede vivirse de otra manera que nada tiene que ver con las compras compulsivas de estos días y sí con el verdadero espíritu navideño que debe hacer «fijarnos menos en las cosas y más en las personas», tal y como comentó su responsable en Ávila, Sonsoles Maroto.