La imaginación es sin duda una virtud de la infancia, un tiempo para creer que todo el posible y en el que se aprende a sacar el mejor partido de la fiesta. Y como fiesta típica está el carnaval, una ocasión única para disfrazarse y convertirse en aquello que se quiere ser durante el resto del año aunque no siempre es posible.

Por eso los niños no dudan estos días en mostrar sus disfraces allá a donde van y más aún si tienen la oportunidad de pasar por una fiesta pensada especialmente para ellos. Así sucedió este domingo por la mañana con la diversión organizada por el Ayuntamiento de Ávila en el polideportivo municipal de San Antonio donde se organizaron talleres e hinchables, a la vez que se disfrutaba de la música.

Desde su apertura fueron muchos los niños, en compañía de sus padres, que se acercaron a disfrutar de las actividades mientras saltaban y corrían por las pistas, a la vez que mantenían guerras imaginadas con espadas hechas con globos.

Fue precisamente la globoflexia una de las actividades que se puso en marcha y que llamaron especialmente la atención de los niños que se llevaron los globos con todo tipo de formas y colores. También pudieron disfrutar de un taller para hacer máscaras en el cual disponían de plantillas y cartulinas de diferentes colores para crear su máscara perfecta. Para ello contaban con todo tipo de rotuladores y lápices que ayudaban a trasladar toda la imaginación de los niños, aunque para ello contaban además con la ayuda de las encargadas del taller.

Y aunque todas estas actividades tuvieron mucho éxito, lo que más llamaba la atención sin duda fueron los dos hinchables que se habían colocado en el polideportivo y para los cuales los niños hacían fila, más o menos pacientemente.

En otra parte de la ciudad, en concreto en el barrio de Las Vacas, se organizaba otra actividad, el conocido como gran circo vaquero organizado por la peña Mozos de Las Vacas, la asociación de vecinos del barrio y la asociación Jarana Vaquera. Allí fueron los disfraces del circo los que predominaron, junto con la compañía de la charanga para amenizar la jornada.

También se quiso llevar ánimos al hospital Nuestra Señora de Sonsoles a través del carnaval solidario organizado por las peñas de la ciudad. En este caso tres payasos se pasaron por las habitaciones con niños llevando globoflexia y ofreciéndose a pintar las caras a quien quisiera. Ya en el salón de actos continuó la celebración.