Marcando la tradición

Beatriz Mas
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Navalosa mantuvo su fiesta ancestral de los cucurrumachos, toda una seña de identidad que tuvo una gran acogida en el pueblo, con la plaza llena para asistir a la danza dividida en tres corros en torno al mayo

 
La fiesta de carnaval en Navalosa, los conocidos cucurrumachos, fueron todo un éxito en la tarde del domingo, con la plaza de la localidad llena para la ocasión. En torno al mayo, y después de hacerse sitio entre los asistentes, se pudo hacer la danza de cucurrumachos, serranas y quintos, formando tres corros  que iban girando. Después llegó la muerte simbólica de la vaquilla, con un ‘disparo’ desde el balcón, en una fiesta en la que no se olvidaron de recitar las coplas desde este propio balcón del Ayuntamiento. También hubo tiempo para recordar todas las donaciones que para esta fiesta se habían recibido.
El alcalde de Navalosa, Alberto Benito, estuvo acompañado en esta ocasión por el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y los diputados de Turismo y Deportes, Rafael Pérez y Javier González, que no quisieron perderse la fiesta y que destacaron la importancia de que los habitantes de la localidad, especialmente los quintos, sigan participando en la celebración y profundizando en sus raíces. 
De esta manera se mantendrá una tradición, que se vivió de nuevo este domingo y en la que se contó con un gran número de cucurrumachos, que no dudaron en lanzar paja a todos los presentes.
El personaje del cucurrumacho, que representa la encarnación del mal, es un mozo que se coloca un tranque de manta pinguera y se rellena el pantalón de paja para ser irreconocible. Además la cara está tapada con una carilla realizada en madera y cubierta con crines de caballo, vaca y en algunas ocasiones rematada con cuernos de animales. Llevan además sus característicos cencerros y las alforjas con paja.