Las niñas Carlota y Jimena, de nueve y seis años de edad, asistieron este jueves junto a otros niños al último de los veintiséis talleres infantiles gratuitos que el Museo de Ávila -dependiente de la Junta de Castilla y León- ha ofrecido este verano, a los que han asistido «unos trescientos niños», apuntan desde el Departamento de Actividades Didácticas. En este último día, pillamos a los asistentes con las manos manchadas porque han pasado buena parte de la hora y media que dura el taller trabajando el barro. No en vano, el objetivo de la actividad es que los chavales «conozcan el Neolítico» a través de «las piezas de alfarería» que los hombres prehistóricos elaboraban «para guisar, para comer, etc.». Y, a la vista de la respuesta que la mayor de las dos hermanas nos da a la pregunta de qué has aprendido hoy, parece que el objetivo que buscaba el Museo de Ávila se ha cumplido: «He aprendido que los hombres de antes se hacían sus propios vasos, sus propios cubiertos y sus propios platos», contesta la niña mientras nos enseña la pieza que ella misma ha fabricado con arcilla.
 

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