La dupla lleva más de un año intentando encontrar su posición ideal, posiblemente mucho más de lo esperado por cualquiera, pero la sociedad entre Messi y Neymar parece cada día más cerca de abanderar el fútbol del nuevo Barcelona. «Son dos jugadores extraordinarios, y eso es muy bueno para el equipo», sentenció el exportero Andoni Zubizarreta, director deportivo del club.

El Barcelona goleó por 6-0 al Granada el pasado sábado y el dúo de sus dos delanteros estelares demostró que cuando afinan su sintonía son prácticamente imposibles de controlar.

El brasileño cosechó ante los andaluces su primer ‘hat trick’ en Liga, mientras que el argentino decoró una nueva actuación polifuncional, con dos goles y dos asistencias, una a su compañero.

Así, se reflejó el camino hacia la consolidación de un combo que jamás terminó de asentarse durante la temporada anterior, con la gestión del argentino Gerardo Martino al frente del banquillo.

En el pasado curso, Messi y Neymar apenas compartieron en 14 ocasiones la titularidad. Sin embargo, las lesiones del ariete de Rosario en el primer semestre, las dificultades en la adaptación del brasileño y la cercanía del Mundial, que los tuvo a ambos entre algodones durante los últimos tres meses, hicieron que la combinación estratosférica anunciada entre bombos y platillos apenas quedara en una amenaza.

Messi todavía demostraba signos de egoísmo en los metros finales del ataque, mientras que Neymar exponía una disminución física respecto a los rivales y casi no desequilibraba. De hecho, de los 15 tantos marcados por el ‘carioca’ en la pasada campaña, ninguno se produjo tras una asistencia del argentino.

Sin embargo, la moneda se dio vuelta al completo en el comienzo de la actual temporada y bajo el ala de Luis Enrique. El nuevo entrenador del Barça logró que tanto uno como otro priorizara al equipo más que a las cifras y marcas personales y todo se hizo más fácil y beneficioso para los dos ‘cracks’.

Cambios muy positivos. Hoy se puede ver a ambos presionando la salida rival con suma intensidad y anotando goles mediante esa vía. Y hasta se puede notar cómo Neymar aparece como la primera opción de pase para el nuevo Messi, un futbolista que se dio cuenta que se puede ser tan desequilibrante con las asistencias como los goles y que hoy aparece como un futbolista total.

«Busca siempre al resto. Estamos formando una buena dupla con él y nos estamos conociendo cada vez mejor», precisó el brasileño en declaraciones a los medios tras la victoria ante Granada.

Las cifras demuestran que entre ambos han anotado 11 de las 17 dianas que ha firmado el Barcelona en las primeras seis jornadas de la competición liguera y, como si fuera poco, el argentino es el máximo asistente del torneo, con seis pases de gol.

Su perfecta sociedad, tanto en el duelo ante Granada como contra el Levante, condujo a dos tantos del brasileño con asistencia del argentino y a un ataque combinado cada vez más engrasado.

Además, ambos brillan mientras esperan al tercer puntal de la empresa: el uruguayo Luis Suárez, que demostró su capacidad e inteligencia en el juego colectivo durante el año anterior en el Liverpool y que espera sellar un tridente con posibilidades de escribir historia en el club azulgrana.

El panorama del Barcelona no puede ser más esperanzador: marcha líder de la Liga, todavía no ha encajado un solo gol y ve cómo sus dos más grandes estrellas de ataque han sabido aparcar cuestiones de egos y competencia.