«Preocupación» en la USAL por el descenso de alumnos matriculados

Mayte Rodríguez
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Así lo expresó el rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, en la inauguración de la Feria de Bienvenida celebrada este jueves en el campus de Ávila

Unos 1.200 alumnos acaban de empezar el curso en los tres centros que conforman el campus de la Universidad de Salamanca en Ávila, una cifra «menor de la que nos hubiera gustado» según admitió el rector de la USAL, Daniel Hernández Ruipérez, en la inauguración de la Feria de Bienvenida  celebrada este jueves y dirigida especialmente a los estudiantes de nuevo ingreso.

Aunque el rector dejó claro que el campus abulense de la Universidad de Salamanca «no corre ningún peligro a medio plazo», sí destacó la necesidad de «reflexionar entre todos» para «procurar poner las medidas para revertir esta baja demanda, sobre todo en algunas titulaciones», dijo. De hecho, confesó que el descenso de las matriculaciones «ponen un elemento de preocupación» al comienzo de curso universitario.

Preguntado por las posibles causas de esa disminución de la matrícula en el campus de Ávila, Hernández Ruipérez admitió que «no es fácil a primera vista» dar con ellas, si bien apuntó a que «la demanda de estudios de ingeniería ha bajado con carácter general en todos los campus», no solo en el de Ávila, dijo.

 Y es que es en la Escuela Politécnica Superior donde se ha registrado una mayor caída de alumnado de cara al nuevo curso, mientras que «la Escuela de Educación y Turismo» tiene «en torno a setecientos alumnos, cifra parecida a otros años» y la Escuela de Enfermería vueve a «tener cubiertas sus doscientas plazas», detalló José Ángel Domínguez, vicerrector de Promoción y Coordinación de la Universidad de Salamanca.

En la Escuela Politécnica Superior de Ávila, han iniciado el nuevo curso alrededor de «trescientos estudiantes», apuntó. Precisamente, Domínguez atribuye la disminución de alumnado a que «los perfiles de ingenieros vinculados a la obra pública» que se forman en este centro son menos demandados por el mercado laboral debido a los efectos de la crisis sobre el sector de la construcción en general. Este problema, no obstante, «repercute en todas las escuelas de ingeniería de España, no solo en la de Ávila, porque el empleo en obra pública ha bajado», comentó.

 

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