Llegó diez minutos después de las 20 horas a Guisando sonriente, relajado y levantando la expectación que se espera de quien se ha convertido en uno de los políticos de moda del país. Albert Rivera, presidente de Ciudadanos y candidato a la Presidencia del Gobierno, recogió este martes su Premio Gredos en la localidad abulense y aseguró que era «un placer» recibir un reconocimiento en la provincia de «alguien a quien admiro y que ha representado una parte de la democracia, Adolfo Suárez. Ávila ha sido símbolo del cambio político en la Transición y recoger aquí un premio me enorgullece y algo tendrá que ver con lo que está pasando en España y con lo que puede pasar», señaló. En su intervención, y al grito de «presidente», Rivera lanzó un mensaje para «los que confiaron en el centro político: que sepan que hay un nuevo centro político del siglo XXI que también queremos representar».

Tras calificar uno de los numerosos premios entregados (las famosas patatas fritas) como el «más original» que había recibido nunca y elogiar la belleza de una zona que no conocía, Rivera dio las gracias por «el premio, la invitación y sobre todo por mantener cosas tan auténticas como estas, que son las que hacen que España sea un gran país; le doy a este premio tanto o más valor que a cualquier otro», dijo.   

Ante los numerosos medios de comunicación presentes, insistió en que le hacía «especial ilusión» recibir un premio en Ávila «por lo que representó como punta de lanza centrista» en España. «Hay espacio para matices y el diálogo, no todo tienen que ser dos bandos y España necesita mucho de ese espíritu de Suárez en la Transición, de sentar a todo el mundo en la mesa y de unir a los españoles en un momento en el que a algunos nos quieren separar, como pasa en mi tierra, en Cataluña».

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