• Subcampeón de España en 1942, fue el gran dominador en una primera edición en la que se inscribieron 40 corredores y recorrió durante cinco días la provincia abulense.
Ya formaba parte de su historia, ahora lo hará de su recuerdo. Imborrable, por otra parte, porque en su historial como ciclista el madrileño Eduardo Payá Núñez lucía con orgullo haber sido el primer ciclista en escribir su nombre en el palmarés de ganadores de la Vuelta a Ávila. Este lunes, a los 89 años, fallecía en el hospital madrileño Ramón y Cajal un ciclista que compartió los tiempos de Bahamontes, Julio Jiménez...
Eran otros tiempos, mucho más duros, aunque sí con más entusiasmo por una Vuelta a Ávila que se celebraba por primera vez entre el 2 y el 6 de mayo con cinco etapas y no menos expectación entre los abulenses, que veían como 40 corredores –alguno de ellos corrían de forma individual y sin equipos, como los abulenses Emilio Sáez o José L.Mateo– se inscribían aquel 1948 en la IVuelta a Ávila, que recorrería localidades como Cebreros, El Tiemblo, Escarabajosa, Sotillo de La Adrada, Piedralaves, Arenas de SanPedro, Navarredonda, Barco de Ávila, Piedrahíta, Diego Álvaro,Madrigal, Aldeaseca, Arévalo, Adanero o Ávila, y que repartía premios que iban desde las 25 a las 200 pesetas.
Fue precisamente en la segunda de sus etapas, con final en Arenas de San Pedro, donde el madrileño Eduardo Payá se colocaba al frente de la clasificación como líder por delante del segoviano Casado y el toledano Bahamonde. A partir de ese momento ya no soltaría el maillot de líder, que sostendría hasta su final en Ávila, acumulando un tiempo total de 14h.45’34’’ y superando a Esteban Casado, segundo –vencería al año siguiente, en 1949–, o el abulense Manuel Esteban Rofso, tercero.
Eran otros tiempos. «Diez mil personas recibieron en Ávila a los corredores» recogía la crónica de Diario de Ávila en la finalización de la ronda. Desde entonces han pasado 66 años y 41 ediciones de una vuelta que trata de sobrevivir a duras penas. Lo que es seguro es que en su recuerdo siempre permanecerán nombres como los de Eduardo Payá Núñez, su primer vencedor.