m.f.j. / ávila

A la una en punto de la tarde de ayer, un capuchón de gesto sereno asomaba  por la puerta del Colegio Milagrosa-Las Nieves. Portaba el estandarte azul de flecos dorados de la Cofradía Milagrosa las Nieves, a juego con la túnica del mismo color que vestían los 75 niños participantes en la procesión que celebraron en honor de la cercana Semana Santa.

Daniel, el responsable del estandarte con el escudo del colegio y de la cofradía, se encontraba situado en medio de las largas filas de alumnos de tercero de Infantil, con edades de entre cinco y seis años, que escoltaban el paso con la figura de la Virgen, denominada por una profesora del centro como «la Virgen de los niños, porque la hemos hecho nosotros». Todos ellos llevaban la túnica azul y el capuchón y la capa blancos. Prendido de ésta última, un corazón representaba las dos caras de la Medalla Milagrosa. Andrea y Abril, portadoras del paso de la Virgen, explicaron orgullosas que cada corazón había sido pintado por los niños.

Dentro de la marcha cada grupo tenía su función: abriendo el paso, el estandarte; tras él, los nazarenos con velas en las manos; los seguía la Virgen, rodeada de velas de tela; por último, una banda de tambores, platillos y claves imponía el ritmo del avance, que siguieron acompasados los pequeños pese a las frecuentes sonrisas, fotografías y muestras de cariño de padres y curiosos, que no quisieron perderse la ocasión.

Una profesora del centro obsequió a los presentes con una saeta, que repitió al entrar en el patio donde esperaban al grupo otros alumnos del centro. Allí, dieron por concluida la procesión con una breve oración y una petición para ser cada día más buenos.