«El éxito de Abvlensis es saber llegar a todo tipo de públicos»

diariodeavila.es
-

La semana próxima se celebra en Ávila la cuarta edición del Festival Internacional de Música dedicado a Tomás Luis de Victoria y su tiempo, una cita que su director, Óscar Arroyo, afirma que «este año nos ha salido muy redonda»

Se celebra la semana próxima la cuarta edición del Festival Internacional de Música Abvlensis, un ciclo de conciertos y actividades paralelas que partiendo de la filosofía de recuperar y reivindicar la obra del polifonista abulense que inspira la iniciativa –Tomás Luis de Victoria– es capaz de ir mucho más allá. Óscar Arroyo, director del festival, mira con optimismo esta cuarta cita con la música de Victoria, confiado en que el gran trabajo que ha realizado todo el equipo del que forma parte conocerá el merecido éxito de una oferta de mucha calidad llena de singularidades y de alicientes para todos los públicos.

El atractivo principal de Abvlensis 2015, apunta su director, es que «va a ofrecer una visión muy amplia, desde muchos puntos de vista, de la música de Tomás Luis de Victoria y de su entorno. Yo creo que el hecho diferencial de que nuestro festival tenga como hilo conductor a un personaje, además asociado a esta ciudad y a los propios escenarios donde van a celebrarse los conciertos, es lo que buscamos», abriéndose este año además a «una visión universal de su música que hemos querido plasmar en el título, ‘Victoria Ávila-Roma-Nueva York’, aprovechando que tenemos como invitados a un grupo americano y otro italiano. Así transmitimos esa universalidad de la figura de Victoria. Esos son los ejes, además de un lógico guiño al aniversario teresiano».

Comenta asimismo Óscar Arroyo que «este año estamos muy contentos porque nos ha salido un festival muy redondo» en el que «los eventos están milimétricamente situados en los días de la semana, no cualquier concierto tiene lugar cualquier día; está todo pensado para que precisamente el sábado haya un concierto grande en Santo Tomás, el de Odhecaton, y que el de New York Polyphony sea el martes porque van a estar cuatro días aquí. Vamos intercalar conciertos de uno y otro tipo, haciéndolos coincidir con días específicos y buscando siempre la complicidad del público».

«Esencia de Ávila». A la singularidad de este festival aporta no poco el hecho de contar con escenarios monumentales que enriquecen cada oferta, una potencialidad que Óscar Arroyo reconoce que es «otra de las claves», y es que «la propia denominación de Abvlensis hace referencia tanto a la firma de Victoria como a la esencia de Ávila, una ciudad que es del XVI, no de todo medieval; tenemos unos escenarios magníficos, tanto que cualquier rincón de la ciudad es impresionante para acoger estas actividades».

Para que esa abundancia de auditorios haya sido posible ha sido necesaria «la buena disposición de las diferentes entidades e instituciones que nos prestan esos espacios que hacen que el festival tenga más realce, algo que «es muy de agradecer, porque en estos proyectos muchas veces hablamos de dinero pero es sobre todo voluntad, y cuando te encuentras con una puerta abierta después de haberte encontrado otras cerradas es muy agradecido».

La clave para mantener muy alto el nivel medio de un festival que ya arrancó mirando muy alto, explica Óscar Arroyo, «está en echarle imaginación y en rodearse de un buen equipo, lo tengo muy claro, y el grupo que organiza Abvlensis es multidisciplinar, formado por musicólogos, gente con experiencia en programación, con una visión más técnica y con una visión también más divulgativa o formativa, y esa mezcla de perspectivas que busca llegar tanto a un público más experto en este tipo de repertorio como un público más profano, a aficionados e incluso a gente que no sabe de qué va esto y lo que quiere es por pura curiosidad ver su contenido, creo que es el éxito del ciclo».

nuevos oyentes. El festival, que desde su edición inaugural ha hecho un especial esfuerzo para acercarse a oyentes que habitualmente no se acercan a esa música antigua, insiste de nuevo en su apuesta por ganarse  a público nuevo, conscientes sus responsables de que «ocurre que la música de hace 400 años puede sonar trasnochada, anticuada, pero eso no quiere decir que si ha llegado a gustar durante cuatro siglos tenga que dejar de gustar ahora».

En ese objetivo de ampliar el espectro de interesados en esta música secular, explica Arroyo que bien sirven «las mismas estrategias que pueden tener los publicistas a la hora de, entre comillas, vender una canción de música pop o una música más ligera, nosotros aprendemos de esas estrategias y procuramos llegar al público, infantil y joven utilizando los mismos mecanismos», en la creencia de que «si se utilizan con corrección y, sobre todo, si el material que se ofrece, como es el caso, es de alta calidad, el éxito está garantizado».

Ante quienes consideran que Abvlensis es un festival ya consolidado, recuerda Óscar Arroyo que «con la crisis hubo muchos festivales que tenían una trayectoria amplia y cayeron, y nosotros precisamente nacimos en plena crisis», por lo que hablar de consolidación es algo relativo y «lógicamente es el público el que tiene la última palabra». De momento, añade, «somos de la opinión de que tenemos que disfrutar del producto mientras está vivo, y valoramos que ha tenido muy buena acogida y que tanto las instituciones como los patrocinadores como el público están respondiendo bien, y que hay mucho entusiasmo en el ambiente».

El secreto para que este éxito inicial se consolide plenamente y haga posible que Abvlensis sume muchas más ediciones, medita su director, «creo que está en que la ciudad de Ávila considere este festival como algo propio, porque al final hay personas detrás de este proyecto pero lo importante es que los proyectos trasciendan a las personas, que el día de mañana se sustente por sí mismo, como un niño, que una vez que ha crecido se mantenga por sí mismo. Esa es nuestra idea a media y largo plazo».

Recuerda el director de Abvlensis que «costó mucho empezar» en este proyecto, «fue complicado, pero tengo que decir que afortunadamente desde el primer año los dos principales patrocinadores, el Ayuntamiento de Ávila y la Junta de Castilla y León, nos dieron su apoyo y eso ha sido definitivo, porque lo han mantenido en estos años complicados. Es importante que para este tipo de proyectos la inversión sea creciente, y más ahora que se supone que la cosa está empezando a remontar; nosotros podemos ir subsistiendo, pero hemos detectado que seguramente necesitaremos un impulso un poquito mayor, no para conseguir agrupaciones de calidad, porque ya las tenemos desde el principio y estamos hablando de primeros espadas de este mundo, sino para pulir algunas cuestiones técnicas y demás que están detrás de lo que el público ve y que a veces se hacen con arduo trabajo.