No ha sido buena campaña. La vendimia de uvas negras garnacha de El Hoyo de Pinares se ha cerrado con una disminución del 80 por ciento en la producción, lo que ha desanimado mucho a los viticultores de la localidad, algunos de los cuales, incluso, se han negado a recoger el fruto.

El kilo de uvas garnacha para hacer el vino, está a 0,15 céntimos, un precio demasiado bajo para los agricultores que, eso sí, han disfrutado de temperaturas agradables durante toda la vendimia. «Mejor dejarlas en la viña, vale más el agua que el vino», lamentaban algunos, que tras el cierre de la bodega cooperativa hoyanca de San Miguel Arcángel encuentran una dificultad añadida a la hora de vender su producto.

Según los productores, la calidad de la uva esta año es buena y alcanza de 13 a 15,30 grados de alcohol.

Según sus estimaciones, cuando se ha recogido el 99,80 por ciento de la cosecha, se han cortado 5.000 kilos menos que el año anterior. También influye que cada año hay menos vinicultores cultivando sus viñas y se pierden al no trabajarlas y ceden los derechos y las arrancan. En definitiva, los vinicultores están descontentos por el precio tan bajo por el kilo de uva.