Esta vez «fue imposible» pero quizás «algún día subiremos, quizás...» Puede que sean las últimas palabras de Carlos Soria desde el Campo Base del Dhaulagiri (8.167 metros) antes de emprender el regreso a España. «No hubo ninguna oportunidad. El pronóstico era que parase, pero al amanecer volvió un viento muy fuerte. No pudo ser» lamentaba el abulense. «Mucho trabajo con muy poco resultado».A pesar de todo «estoy muy contento». Y tiene motivos sobrados para ello Carlos Soria. Contento «por cómo me he encontrado». A sus 79 años «subimos por delante de gente con oxígeno, gente con menos años que yo». No ha encontrado el premio en esta ocasión Carlos Soria al frente de la Expedición IFEMA, pero el abulense reconoce que verse como se ha visto en la ascensión «me da mucha alegría, me da la sensación de que estoy haciendo lo que me gusta y me da la sensación de que lo estoy haciendo bien».