¿Cómo afronta la nueva responsabilidad al frente de la Comisión de Interior del Congreso?

Es una tarea importante la que me encomendó mi grupo parlamentario, que decidió que yo fuera el sustituto del PP de Esteban González Pons, y que después ratificaron por unanimidad todos los grupos políticos. La Presidencia no deja de ser un orgullo y una gran responsabilidad porque es una comisión muy sensible que aborda temas importantes que nos afectan día a día en lo referente a las libertades públicas y al ejercicio de derechos fundamentales. Con la ayuda de todos espero estar a la altura y al nivel de mis antecesores, siempre con el objetivo de buscar el consenso.

¿De qué se encarga esa Comisión de Interior?

Es una comisión permanente que por una lado legisla y tiene competencia legislativa plena, es decir, que el Pleno del Congreso puede encargarle a esta comisión leyes, como ahora tenemos encargada la Ley de Personal de la Guardia Civil o la que va a entrar inmediatamente de Seguridad Ciudadana. Y luego tiene otra función muy importante que es el control al Gobierno en el día a día con la tramitación de iniciativas. En cuanto a los temas, son los relacionados con la seguridad ciudadana. La Constitución contempla una serie de derechos fundamentales y libertades públicas pero eso tiene que poder ejercerse por los ciudadanos y si no se puede, tenemos un problema y el Estado tiene que intervenir. Todo aquello que tiene que ver con la administración de la seguridad por parte del Gobierno o con iniciativas de la oposición van a la comisión (Policía Nacional, Guardia Civil, inmigración, terrorismo, tráfico....).

¿Cómo explica ese polémico Proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana?

Es importante desde el punto de vista de actualizar la evolución de los tipos de delitos, abordar las nuevas tecnologías aplicadas a la delincuencia, garantizar derechos de reunión y manifestación... El proyecto surge de una moción de CiU instando al Gobierno a actualizar esta legislación y, a partir de ahí, se hizo un borrador y se dio participación a todos los sectores relacionados con la seguridad ciudadana y a aquellos que la ley obliga. Todos han tenido la oportunidad de aportar y ya se han producido modificaciones respecto al anteproyecto recogiendo muchas de las sugerencias. Evidentemente es una ley polémica y habrá que hablar, adaptar y valorar porque se trata de ponderar la seguridad ciudadana con las libertades públicas. No es fácil lograr eso desde distintos puntos de vista pero partimos de lo inicial, para que haya ejercicio de derechos hace falta seguridad ciudadana.  

Se ha hablado de ‘ley mordaza’, ¿se logrará el equilibrio?

Confío en que se consiga y haré todo lo posible para que por ahí discurra el debate. Es cierto que de antemano ya hay posiciones de oposición radical y eso me sorprende, porque primero hay que estudiar con detenimiento la ley. Espero que haya el máximo consenso porque forma parte de los pilares del Estado en los que hay que tener el máximo entendimiento, gobierne quien gobierne.

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