• Sobre su salida al campo en la segunda mitad del partido ante los palentinos, Kiko Sánchez reconocía que «por sus características era el jugador que más nos convenía»

Se marchó siendo una referencia en el ataque y en su regreso no ha querido fallar a su cita con el gol. Emilio se convertía en el jugador del partido en el estreno del Real Ávila en la temporada que se acaba de estrenar, un regreso en el que el jugador vallisoletano no sólo desatascaba el partido –hasta su ingreso en el terreno de juego el encuentro marchaba con un 0-0 en el marcador– sino que ponía su calidad, experiencia y sus centímetros para abrir la lata con un doblete con el que comenzar con fuerza la presente campaña después de una pretemporada en la que demostraba su olfato de gol con tres tantos, siendo el segundo máximo realizador del equipo.

Promete goles el enganche encarnado en el esquema de juego preparado por Francisco Sánchez ‘Kiko’ en el que puede explotar su capacidad de llegada desde la segunda línea.Quedó patente en los dos goles que obtenía ante el Cristo Atlético. Si en el primero de ellos su entrada al primer palo le permitía conectar un buen cabezazo al interior de la red, en el segundo supo aprovechar los espacios generados por Vicente para rematar cruzado al palo contrario.

No es extraña esta faceta goleadora del mediapunta de Medina del Campo.  Porque hasta tres dobletes suma ya Emilio con la camiseta encarnada desde su llegada en la 2010-2011 procedente del Villaralbo. Entonces, y de la mano de José Manuel Manzano, Emilio logró un total de 9 goles –el Ávila logró 45 esa temporada– firmando un doblete ante la Arandina (2-0) en el triunfo ante el cuadro burgalés en el Adolfo Suárez, promediando con ello un gol cada cuatro partidos.   

Sin embargo fue su mejor temporada la 2011-2012, cuando el vallisoletano logró un total de 18 tantos –entre liga regular y playoffs– jugando como enganche entre el centro del campo y Gustavo. Con libertad de movimientos en tres cuartos del campo, Diezma sacó el mejor rendimiento de un jugador que no sólo firmaba un doblete en la jornada 36ª (en la derrota por 4-2 ante el Bembibre) sino que llegaba a firmar cuatro goles en el 1-8 al Tordesillas (jornada 23). Al final el vallisoletano firmaría una tarjeta de 1,2 goles por partido pese a perderse 12 encuentros por lesión.

«Los goles a nivel particular vienen bien para coger confianza, pero lo importante son los tres puntos, que el equipo sume y se conozca cuanto antes» señalaba al final del choque tras su actuación en una segunda mitad en la que el equipo «salía con otra actitud».

Sin embargo no es sólo la capacidad goleadora lo que busca Kiko Sánchez, sino también su capacidad de enganche entre la delantera y el doble pivote. «El equipo estaba muy partido entre la línea de centro del campo y los cuatro de arriba» reconocía el técnico al final del partido ante el Cristo Atlético, y el enlace «entre líneas» lo encontraron en Emilio. «Era el jugador más conveniente por sus características, y que además llega y define muy bien».  Parece que, por lo pronto, Emilio ha comenzado con «esa chispita» tan complicado de encontrar en estos primeros compases.

Al detalle.

29 goles en tres años. En sus tres temporadas en el equipo encarnado Emilio ha conseguido un total de 29 goles. El centrocampista vallisoletano los ha conseguido en 67 partidos (61 como titular), lo que supone un gol cada poco más de dos partidos.