El Rayo Vallecano estuvo a punto de rozar la ‘machada’ ayer en Mestalla, pese a llegar al campo ‘ché’ con pocas esperanzas tras la derrota (1-2) cosechada en la ida. Sin embargo, los de Jémez llegaron a remontar la eliminatoria, al ponerse 1-3 y 2-4, pero los goles de Alcácer y Rodrigo, muy protestado por los visitantes, otorgaron el billete a octavos a los mediterráneos.

El encuentro comenzó de cara para los de Nuno, ya que se adelantaron a los ocho minutos con un tanto de Paco Alcácer. Sin embargo, los madrileños pronto demostraron que no iban a bajar los brazos y pasaron a controlar el duelo, con ese estilo vistoso y rápido tan característico. Esta vez, la apuesta de arriesgar y no perder su fútbol pareció salirle bien a Paco Jémez, porque su conjunto volteó el marcador con tres goles antes del descanso. Jozabed, Alejandro Pozuelo y Jonathan Pereira consiguieron ilusionar a los vallecanos con una posible clasificación para octavos.

Ante semejante panorama, el entrenador local decidió quemar toda la pólvora que tenía en el banquillo, poniendo sobre el césped a Rodrigo de Paul, Pablo Piatti y Álvaro Negredo. Y cobró réditos de su decisión en el primer minuto de la segunda parte con un autogol de Morcillo.

A pesar de ese tanto, el resultado que reflejaba el marcador de Mestalla, seguía clasificando al Rayo. Una circunstancia que se reforzó aún más cuando los franjirrojos aumentaron su ventaja con una diana de Adrián Embarba.

La escuadra local necesitaba dos goles para soñar con los octavos y logró el primero con otro tanto de Alcácer, que se echó el equipo a la espalda, ayudado por un estadio que vibró con el espectáculo de ambos bloques.

Una vez recuperada la fe, a los 71 minutos y en la jugada más polémica del duelo, Rodrigo consiguió el empate, pero el Rayo protestó la diana por una posible falta previa al arquero Cristian Álvarez.

Más tarde, el último goleador ‘ché’ fue expulsado por una patada improcedente a un rival, pero los de Jémez no pudieron adelantarse en el marcador y el Valencia sonrió su agónica clasificación para los octavos de Copa.

gol en el descuento. También sufrió mucho el Celta de Vigo, que necesitó un tanto del chileno Fabián Orellana en el tiempo de descuento para ganar 3-1 a Las Palmas y obtener así su billete para la siguiente eliminatoria.

La derrota por 2-1 en la ida ponía en una situación muy complicada al conjunto gallego, pero el argentino Joaquín Larrivey adelantó a los locales a los 19 minutos y Balaídos comenzó a respirar con un gol que les daba la clasificación momentánea.

Santi Mina hizo el segundo tanto de los celestes a los 50 minutos, lo que facilitaba aún más las cosas para los locales.

Sin embargo, como ya demostró en el primer encuentro disputado en la isla, la escuadra canaria no se iba a dejar ganar tan fácilmente y Nauzet Alemán igualó la eliminatoria tres minutos después.

El duelo se convirtió entonces en un intercambio de golpes que parecía destinado a la prórroga, hasta que Orellana resolvió en el tiempo de descuento con un sutil disparo que acabó en gol.