El procurador del PSOE de Ávila Fernando Rodero denunció este miércoles que recibió «presiones» de un «grupo minoritario» del partido en la provincia «con alguna persona significada» para que aceptara un pacto para dividir el puesto en las Cortes de Castilla y León entre él, que lo ocuparía los dos primeros años, y Miguel Hernández, uno de los dimisionarios de la Ejecutiva y ex alcalde de Candeleda. Preguntado por los periodistas sobre ese supuesto acuerdo previo, al estilo del que trascendió sobre Pilar Ochando para que tras dos años dejara su puesto en la Diputación Provincial para Benito Zazo (uno de los desencadenantes de la convocatoria del polémico comité), Rodero negó que existiera tal pacto pero reconoció «presiones» para que lo hubiera, algo que no aceptó porque, dijo, «el voto es sagrado».

Rodero reconoció que antes de figurar en las listas por Ávila en las elecciones autonómicas se celebraron unas «primarias internas» con un tercer candidato en las que él obtuvo «el 70%» de los votos. Una elección que después fue refrendada por los ciudadanos, de ahí que tildara de «imposible» haber aceptado el «chanchullo», aseguró.

Esta polémica motivó un debate en el seno de la Comisión Ejecutiva Provincial de Ávila del mes de septiembre tras la que se emitió una resolución, firmada por el secretario general, Tomás Blanco, en la que al no ponerse de acuerdo las partes se suspendía la participación de Rodero y Ochando en la CEP y ante los medios de comunicación. Como Rodero se encontraba ofreciendo una rueda de prensa sobre otro tema fue preguntado por este asunto, si bien después aclaró que el tema fue llevado a la Ejecutiva Autonómica y que, al no haber nada firmado, Julio Villarrubia resolvió a su favor, con lo que continúa con su actividad normal.

El procurador se mostró partidario de centrarse en los asuntos «que preocupan a los ciudadanos» y en que las cuestiones internas «ser resuelvan en un comité provincial o en un congreso» para que «todo el mundo pueda votar», en sintonía con lo expresado por Tomás Blanco y abogando así por «la estabilidad en el partido». En este sentido, añadió que «algunos consideran que son dueños del partido y no lo somos, los dueños son los ciudadanos, los abulenses», para reconocer también que hay «preocupación» por todas las cosas que están saliendo al exterior.