El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, consideró ayer que no habrá un hundimiento del PP en las elecciones municipales y autonómicas del próximo 24 de mayo. Además, estimó que Podemos, el partido que lidera Pablo Iglesias, no está tan consolidado como Syriza en Grecia.
Así lo manifestó el propio jefe del Ejecutivo en una conversación informal con periodistas en el Palacio de la Moncloa con motivo de la tradicional copa de Navidad, en la que se mostró optimista sobre las posibilidades electorales de su formación, a pesar de que hay sondeos que vaticinan un desplome del grupo en 2015.
De hecho, subrayó que en las europeas del pasado mes de mayo tanto PP como PSOE sufrieron un retroceso importante, pero al final ganaron las elecciones, y lo comparó con lo que ocurrió en otros países como Francia, donde ganó el Frente Nacional de Marine Le Pen, o el Reino Unido, donde hubo un avance de los euroescépticos de UKIP.
Como ha venido haciendo en sus últimas intervenciones públicas, Rajoy consideró que la estabilidad es un valor que sabrán premiar los ciudadanos en las urnas. Así, mostró su preocupación por la situación en Grecia: «El barullo siempre es malo para la economía».
En el caso de la Comunidad Valenciana, el presidente también se mostró optimista a pesar de que los sondeos auguran que el PP puede perder esta plaza, donde llevan varias legislaturas gobernando con mayoría absoluta. Eso sí, llegó a decir textualmente que «no da por perdida ni la hora».
cabezas de cartel. Pese a que se le preguntó varias veces cuándo designará a los candidatos para las autonómicas y municipales, el de Santiago insinuó que aún queda bastante tiempo porque las elecciones son en mayo. En otro momento, llegó a señalar que al proclamar los candidatos en febrero lo van a hacer antes que en otras ocasiones, porque estuvo mirando lo que hicieron la última vez y los eligieron en marzo.
Asimismo, el dirigente conservador confesó que le llegó a decir a Alfredo Pérez Rubalcaba después de las elecciones europeas de mayo que no se marchara, algo que demuestra su sintonía con el que fue secretario general del PSOE hasta el pasado mes de junio. Sobre su sustituto, Pedro Sánchez, indicó que se lleva bien con él, si bien le preocupa su decisión de dar marcha atrás con la reforma del artículo 135 de la Constitución.
Por otra parte, el gallego prevé celebrar de nuevo en febrero el Debate sobre el estado de la Nación, que será su último duelo parlamentario de esta legislatura y en el que se enfrentará por primera vez con Sánchez. Esa cita le servirá para hacer hincapié en el mensaje de recuperación y salida de la crisis que ha trasladado el Gobierno en las últimas semanas, anunciando una bajada de impuestos.