Jaime García suele subir con su padre a la montaña, por eso conoce bien Gredos y la Laguna Grande, donde ha podido cumplir "un sueño de niño": deslizarse sobre sus aguas congeladas, donde ejecutó saltos y piruetas en un rato que resultó "algo extraordinario por lo bonito que es todo allí", narra a este diario el joven patinador, que en marzo acudirá al Campeonato del Mundo. "Había hecho el intento otras veces, pero no se daban las condiciones adecuadas". Hasta que el 30 de diciembre volvió a subir y encontró la Laguna Grande perfecta para patinar, si bien hizo "varias pruebas para hacerlo con seguridad". Su padre, Juan Pedro, único testigo de ese momento excepcional, lo vivió como "un espectáculo", así que lo grabó. Los vídeos acabaron difundiéndose en redes sociales, aunque erróneamente se decía que quien patinaba era el mismísimo Javier Fernández. En realidad se trataba de Jaime García, una promesa del patinaje que entrena en Francia, a donde regresará con "un sueño cumplido".