La paz, dicen, empieza con una sonrisa

M.M.G.
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Centenares de alumnos abulenses se unieron a la celebración del Día Mundial por la Paz • Carreras, cadenas humanas, canciones, poesías y sueltas de paloma llenaron sus mañanas

La paz, dicen, empieza con una sonrisa

 DECÍA la Madre Teresa de Calcuta que ‘la paz empieza con una sonrisa’. Así de sencilla y así de directa fue la lección de aquella gran mujer que este viernes quisieron hacer suya cientos de escolares abulenses precisamente el Día Mundial de la Paz.

Aunque la mañana fue fría y ventosa, ni alumnos, ni profesores, ni padres quisieron dejar pasar la oportunidad de recordar que todos, cada uno en su ámbito particular, puede hacer mucho por lograr un mundo de paz.  

Así lo hicieron, por ejemplo, los miembros de la comunidad educativa del colegio Pablo VI, que salieron en primer lugar al patio para ver cómo los más pequeños confeccionaban la palabra ‘paz’ con sus pequeños cuerpos y folios en blanco, así como a los alrededores del colegio para formar una gran cadena humana por la paz.

‘Di no al machismo’, ‘la paz es única’, ‘haz feliz a los demás’, ‘renuncia a la lucha armada’ o ‘lucharemos por la paz’ fueron algunos de los mensajes que los chicos del Pablo VI mostraron a todos aquellos que pasaban entonces por la calle, mientras que no muy lejos de allí, los alumnos del colegio San Esteban repetían una de las actividades que ya van camino de convertirse en un clásico de este día: la carrera por las calles próximas al centro y gracias a la cual se recaudó una cantidad de dinero que se destinará a Cáritas Ávila.

Los chicos del San Esteban, que como los demás escolares de Ávila han trabajado durante esta semana en las aulas este tema, también leyeron un manifiesto y cantaron canciones.

Por su parte, los alumnos del Milagrosa Las Nieves han cantado, bailado y recitado poesías antes de una bonita suelta de palomas en el patio.

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Y los más pequeños del colegio Sagrada Familia, además de cantar, han hecho un guiño a Santa Teresa recitando la poesía ‘Santa Teresa, mensajera de la paz’ que les habían remitido las carmelitas de La Encarnación.