El Real Ávila le pone la guinda al ascenso con el campeonato

A.S.G.
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El conjunto encarnado se impuso al Bosco de Arévalo por 6-0 y se proclama campeón del Grupo A de la Regional • La gran actuación de Nica permitió llegar al descanso sin goles • En la reanudación el Real Ávila imprimió otra velocidad

Terminó la temporada en la Regional de Aficionados y lo hizo con el Real Ávila celebrando el ascenso y el campeonato sobre el césped del Adolfo Suárez. Lo primero se sabía hacía semanas, lo segundo se conseguía en el último encuentro de la temporada ante un Bosco de Arévalo que por primera vez en su historia disputaba ante el Ávila un partido de liga en este escenario «Para nosotros un premio» valoraba, y con razón, Aitor Muñoz, técnico del Bosco, en una temporada en la que llegaban con el objetivo cumplido de la permanencia. Se impuso el Real Ávila con comodidad. Una vez que entró el primero y se acabó el fuelle de los morañegos todo siguió el guión previsto. Se cerró la temporada y todos los ojos ya miran a la siguiente. Algunos no seguirán. Otros, como el propio técnico, aún no saben lo que será de su futuro. Los contactos ya han empezado pero el proyecto del próximo curso aún está en pañales.

Empezó con ganas el partido. Y al descanso se llegó entre bostezos. Entraba dentro de lo previsible, como el dominio que el Real Ávila ejerció sobre el Bosco, al menos en la posesión y las ocasiones, porque los goles, que llegarían todos en la segunda mitad, se le empezaron resistiendo al cuadro de Ángel Becerril. Nica tuvo la ‘culpa’ de ello. El portero del Bosco es, sin duda, el mejor valor de los morañegos.

El partido empezó, precisamente, con una presentación de las dos porterías. En cuatro minutos Chispi y Nica ya se habían desempolvado los guantes. Especialmente Nica. Si ante Roberto –minuto 2– se agigantó para taparle los huecos, a Josito le sacaba los puños para despejar el balón cuando el central se daba la media vuelta y remataba duro a saque de córner. La parada fue buena, pero no la mejor, que se la guardaba para Toño. Pasado el primer cuarto de hora Toño recibía en el área pequeña y remataba de cabeza a placer –siendo el más pequeño– entre Xabi y Raúl. Nica sacaba la mano y evitaba el primero. Que el marcador fuera empate a cero era cosa suya. Porque con el paso de los minutos el Bosco de Arévalo fue dando pasos atrás mientras el Real Ávila daba pasos hacia adelante. Sólo Seidán, con el arranque del partido, se acercó al área de Chispi con un remate que el portero mandó a córner. Fue una jugada fugaz.

Pidió Aitor Muñoz a los suyos un paso adelante. La propuesta tenía sus riesgos. Roberto, Edu, Josito y Toño lo intentaron sin éxito.  Pichu, tras una gran dejada de Javito, probó suerte desde fuera del área –minuto 32– pero Nica paraba en dos tiempos. Javito probó desde lejos cuando Nica se vio obligado a salir del área para despejar, pero el balón se marchaba fuera. Fuera la mandó Seidán en la mejor que tuvo en la primera mitad. El ‘9’ visitante la agarró en el centro del campo y por velocidad se fue marchando de todo el que le salía por delante. Sin embargo la remató horrible ante Chispi cuando su banquillo aguardaba ya de pies el desenlace de la jugada. Fue lo último reseñable antes del descanso.

Si tocó alguna tecla o no Becerril en el vestuario no hubo tiempo a comprobarlo, porque era el 47’ cuando Toño hacía el 1-0 en jugada individual. Se la hizo a los centrales en una baldosa y se la picaba a Nica, que poco más pudo hacer. Ismael, apenas dos minutos después, sacaba bajo palos un remate de Zaka. El equipo encarnado había saltado con otra velocidad, y el Bosco ya estaba en reserva.

Cayó el primero y que empezaran a caer más era cuestión de tiempo. Primero Nica y después un fuera de juego impidieron a Roberto encontrarlo. A la tercera fue la vencida. Rompió la línea de defensa, la controló en el área con la puntera y ante la salida de Nica hacía la vaselina para firmar el 2-0 en el minuto 57. Daba la sensación de que el Bosco de Arévalo estaba tocado. Nica, en dos tiempos, evitó que Llorián pusiera la puntilla a saque de falta.

Sin embargo todo tiene un límite, incluso los buenos porteros. Rober hacía el 3-0 en jugada individual sobre la frontal. El partido estaba listo para sentencia. En el público, sonaba ya el cántico de ‘campeones’. A la grada le dedicó el gol Roberto López. Pase de Rober, salida hacia dentro y disparo seco junto al palo. El 4-0 subía al marcador en el 79’. A partir de ese momento ya sólo quedó esperar. En el 86’ Josito rubricaba el 5-0 desde el punto de penalti. El central tiró de galones cuando Alberto era derribado en el área y Zaka pidió el cuero. El capitán lo es por algo. Roberto haría el 6-0 en el 87’ para poner la rúbrica al partido.