Aunque la cata se desarrolló en el restaurante La Bruja de Ávila, el objetivo de la misma no era otro que presentar a  una treintena de profesionales del sector (sumilleres, hosteleros, enólogos...) y medios de comunicación las añadas de los vinos de la  bodega Fuentegalana, ubicada en Navahondilla y que está introduciendo novedades interesantes.

Así lo afirmaba Cristina Carrillo, la enóloga de la bodega convocante, que reconocía que la pretensión de la cata era dar a conocer estos vinos entre los profesionales para que estos, a su vez, se los transmitan a los clientes.

La bodega, situada en Navahondilla, «en un vallecito entre el Tiétar y la zona de Cebreros» trabaja con diferentes variedades, principalmente el syrah, aunque también con las variedades francesas merlot y cabernet sauvignon, así como con las españolas  como tempranillo a la que se suman ahora la garnacha y el albillo, las más comunes en la zona. «Llevamos elaborando desde 2008 y vamos a presentar tres vinos de 2010, uno de 2012 y otro de 2014», reconocía Carrillo a la que acompañaba su padre, Juan Ramón Carrillo, propietario de la bodega. Los vinos, que se llaman casi todos Toros de Guisando, reivindican ese monumento cercano a la bodega porque «queremos relacionar el vino con la zona en la que estamos ubicados». La gran novedad fue la presentación de Telúrico, un vino joven cuyo peculiar nombre tiene también relación con los Toros de Guisando y la tierra.

Con una producción de 15.000 botellas al año, Cristina afirmaba que su mercado está en expansión y a su presencia en Ávila, Madrid, Castilla y León y Alicante. Tal y como adelantó el propietario, Juan Ramón, la intención es introducirse en China.

En la cata se probaron un vino joven y cuatro crianzas, todos tintos, caldos que han sido considerados uno de los 365 mejores de España este año por algunos expertos.