Mas tratará de sumar apoyos a una nueva 'hoja de ruta' que no seduce

AGENCIAS
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El líder del 'Govern' comenzará en breve una ronda de diálogo con los partidos secesionistas y con la sociedad civil, aunque sabe que su proyecto no cuenta con un respaldo mayoritario

DEBATE CATALUÑA - Foto: TONI ALBIR

 
Día de resaca en el Parlament catalán después de que el líder de la Generalitat, Artur Mas, presentara el pasado martes su nueva hoja de ruta hacia la independencia. Un proyecto que parece haber dividido a los partidos autonómicos, más allá de la consabida y tradicional diferenciación entre formaciones secesionistas y aquellas que no cuestionan la soberanía española. Mientras, el ideólogo de este camino de 18 meses y dos votaciones tratará de conseguir el apoyo del resto de fuerzas en una ronda de diálogo que iniciará en breve. 
Así lo anunció el conseller de Presidencia, Francesc Homs, que explicó que el dirigente se reunirá con los partidos partidarios del derecho a decidir y con representantes de la sociedad civil para buscar apoyos para su lista unitaria. «El presidente tiene interés en, a partir de las conversaciones, construir un planteamiento que tenga el consenso más amplio posible», aseveró. 
En principio, esos encuentros comenzarán a partir del próximo martes, ya que ese día, el líder de ERC, Oriol Junqueras, presentará su propia hoja de ruta y Mas quiere conocer su proyecto antes de iniciar los contactos, ya que Mas considera que es «una aportación importante». Aparte del republicano, para mañana está previsto que la ANC y Òmnium Cultural hagan pública la Declaració de Novembre, en la que también se posicionarán sobre el futuro de Cataluña. 
Antes de la comparecencia de Homs, el propio líder del Govern dejó claro en la sesión de control del Parlamento autonómico que no pretende «imponer ningún criterio», sino que su única voluntad es poner las urnas y centrar el debate político en la necesidad o no de que Cataluña sea independiente. De hecho, dejó claro que la lista unitaria no es «la única posibilidad», porque todo puede considerarse, aunque su propuesta posibilita un doble objetivo: permite a los catalanes posicionarse abiertamente sobre la secesión y lanza un mensaje claro a la comunidad internacional. 
En su ronda de contactos, Mas se encontrará con opiniones muy diversas sobre su hoja de ruta. Al menos así se desprende de las declaraciones realizadas en el día después por los dirigentes catalanes. El líder de ERC, por ejemplo, celebró la «propuesta personal» de Mas, «porque es un paso hacia adelante». Además, insistió en que lo importante «es buscar la fórmula que nos permita sumar». A pesar de esa invitación al diálogo, voces de su partido recordaron que, para ellos, la lista única no es la mejor fórmula de cara a unas elecciones. Y es que los republicanos defienden solo una alianza programática entre varias candidaturas. 
Menos dispuesto al acuerdo se mostró, Joan Herrera, líder de ICV, lamentó que Mas no incluyera el paro, la desigualdad o la corrupción en su discurso programático. «No hay país nuevo sin país limpio», se quejó el nacionalista, quien tampoco cree que la fórmula de «la lista única sea la mejor».
También los independentistas de la CUP denunciaron que el president rechace las reivindicaciones sociales. «A la hoja de ruta de Mas parece que la realidad social se congela», estimó la diputada de la CUP Isabel Vallet.
Por su parte, el popular Enric Millo apuntó que considera que el líder del Govern no solo no se ha superado el 9-N sino que nos plantea otro para tener el país entretenido». En la misma línea, el portavoz del PSC en el Parlament, Maurici Lucena, criticó el «itinerario laberíntico» propuesto por Mas.
Mientras, el líder de C’s, Albert Rivera, acusó al presidente de la Generalitat de querer abocar a Cataluña a un avance electoral.