Buen rendimiento de las escuelas abulenses en el I Trofeo de Ciclismo de Escuelas de Cabrerizos

diariodeavila.es
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Buenos resultados de las escuelas de ciclismo abulense en el I Trofeo de Ciclismo de Ciclismo de Escuelas de Cabrerizos, en donde participaron la Fundación Deportiva Víctor Sastre y el equipo Café Baqué. La carrera era la segunda prueba puntuable para el Trofeo de Castilla y León de la zona Sur y conto con una gran participación.

Los jóvenes corredores de la Fundación Deportiva Víctor Sastre tuvieron una buena actuación, ganando las pruebas de alevines de 1º año con Alberto Galindo, la de alevines de 2º año con Alejandro Montáñez y la de promesas con Rubén Maqueda, además de otros puestos en el podio.

Por su parte, el equipo Café Baquse trajo cinco podios  con tres primeros puestos y dos segundos. Los primeros vinieron de los corredores María Pajares, Mario Ruiz y Lidia Martín.

Por su parte, el equipo cadete de la Fundación Víctor Sastre disputó en Aranda de Duero (Burgos) el XXI Trofeo Virgen de las Viñas, prueba organizada por el CC Arandino sobre un recorrido de 60 kilómetros.

La victoria de la prueba fue para Fernando Álvarez (Dipuleón-Bembibre), que invirtió un tiempo de 1h.35’38’’, a una media de 37,644 k/h. A 6 segundos se clasificaron su compañero de equipo Raúl Camino y David Pérez, del Arte en Transfer León. A 7 segundos llegó un numeroso pelotón en el que iba Ismael Galindo como único representante del equipo de la Fundación Víctor Sastre.

Miguel González, director del equipo abulense, comentaba al término de la prueba que «no ha sido un buen día para nosotros. Una mala colocación en la subida y la caída masiva que se ha producido ha eliminado a tres de nuestros corredores, que debido al fuerte viento que soplaba no han podido volver a conectar. Barbero y Galindo iban con el grupo, pero en la última subida Barbero acusó los kilómetros, la velocidad y el fuerte viento y se descolgaría del grupo de cabeza. Ismael conseguía entrar en el grupo, pero sin opciones de disputar el sprint».

Ismael Galindo, único integrante del equipo que logró entrar en el pelotón de cabeza, reconocía que «las sensaciones eran buenas, pero de cara al final las fuerzas eran muy justas. He pasado bien el puerto, pero en el último kilómetro, que picaba hacia arriba, he acusado el cansancio de la prueba y el kilometraje y a pesar de entrar muy bien en la subida he ido perdiendo posiciones», concluía.