Pese a la inflación que acosa a Venezuela (superior al 180 por ciento en 2015), su presidente Nicolás Maduro, tiró ayer la casa por la ventana y anunció un aumento salarial de 30 por ciento. Además, aseguró que con este incremento y otros los sueldos tendrán este año un repunte de un 105 por ciento.
Se trata de la duodécima ampliación salarial que decreta desde que asumió el cargo hace tres años y el segundo de 2016, y «regirá desde hoy mismo», detalló en una alocución televisada obligatoria a todo el país durante el quinto aniversario de la Gran Misión Vivienda Venezuela, el popular programa social del chavismo que entrega viviendas a agricultores que pagan el terreno que siembran, y que desde entonces ha construido, según la propaganda oficial, más de un millón entre casas y apartamentos.
El ingreso mínimo pasará a 33.636 bolívares (77,62 euros), con la suma del salario y un bono de obligatorio de alimentación, precisó el jefe de Estado.
«¿Ustedes creen que un presidente de la derecha podría hacer esto? Solo un mandatario chavista puede defender los sueldos y las pensiones; misiles de defensa en la guerra económica», señaló en alusión al desabastecimiento de productos que achaca a la oposición para dar al traste con su gestión.
Venezuela cerró 2015 con una inflación de 180 por ciento, según cifras oficiales, y este año será de un 720 por ciento y de 2.200 por ciento en 2017, según cálculos del Fondo Monetario Internacional difundidos el pasado miércoles.
Ante este anuncio, el jefe de la fracción parlamentaria de la oposición en la Asamblea Nacional, Julio Borges, criticó el aumento del salario mínimo decretado. «Maduro aumenta el sueldo un 30 por ciento, y solo este año los alimentos aumentaron un 583 por ciento», escribió en su cuenta en Twitter.
Asimismo, lamentó que no se anuncie ni una sola medida para bajar la inflación. «Incrementar la producción para bajar la inflación y que los sueldos tengan capacidad de compra es la solución», añadió.
Aviso del vaticano. Por su parte, el Papa Francisco alertó a Maduro de la «grave» situación que atraviesa el país en una «carta», de la que no trascendió su contenido.
Según confirmó el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, «el Pontífice ha redactado una misiva personal al presidente de Venezuela en referencia a la realidad del país latinoamericano».
Además, explicó que «la seriedad de los hechos aparece también en la reciente declaración de los Obispos del 27 de abril» y reconoció que el Nuncio apostólico Monseñor Giordano «se ha esforzado claramente en favorecer el diálogo auspiciado por el Santo Padre».
En este sentido, Lombardi recordó el mensaje de Francisco durante la bendición Urbi et Orbi de la última Semana Santa, en la que pidió que «se proyecte también sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos».