Ferguson aviva sus protestas

Agencias
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La localidad natal del joven negro asesinado por un policía registra manifestaciones, que se extienden por todo el país, pero con un tinte mucho más pacífico que en la anterior jornada

Ferguson aviva sus protestas - Foto: ADREES LATIF

 
 
El sentimiento de protesta por la absolución de Darren Wilson, el agente que acabó el pasado agosto con la vida del joven negro Michael Brown, volvió ayer a las calles de Ferguson, localidad donde se produjo este suceso y en la que miles de personas salieron de nuevo a las calles para criticar la decisión tomada por el gran jurado de Misuri. Pero no solo en la ciudad natal de Brown se registraron manifestaciones. La tensión se contagió por otros municipios de Estados Unidos, más de 170, entre ellos Nueva York, Los Ángeles o San Francisco.
A diferencia de la noche anterior, en esta segunda jornada de manifestaciones en Ferguson apenas se produjeron daños, gracias a la presencia masiva de las Fuerzas de Seguridad. Sin embargo, la multitud incendió un coche policial y rompió ventanas del Ayuntamiento de la localidad. Asimismo, los agentes estuvieron mucho más contenidos con respecto al primer día. Usaron bombas de humo y sprays pimienta para dispersar al pequeño grupo de violentos que intentó realizar ataques y no se produjeron disparos. No obstante, al menos 44 personas fueron arrestadas.
El sentimiento de repulsa ante una sentencia que es considerada una grave discriminación racial se extendió por todo el país.
En Nueva York, hubo una marcha con cientos de congregados, que caminaron en repulsa por la absolución desde Manhattan hasta Times Square. Un participante de raza negra declaró que el objetivo de estas marchas es que las cosas cambien y que se había sumado de manera espontánea a la protesta al verla pasar. «A veces me discriminan por el color de mi piel», denunció.
En Atlanta, cuna del defensor de los derechos civiles Martin Luther King, los manifestantes bloquearon una autopista, mientras que en Oakland y San Francisco hubo escaparates rotos y saqueos en negocios.
Por su parte, en Los Ángeles también cortaron el tráfico de una de las principales vías de la ciudad y las actuaciones de los activistas derivaron en 130 detenciones por desórdenes públicos.
Ante el temor de un encrudecimiento de los disturbios, la familia de Brown exigió calma a los concentrados. «Seguimos pidiendo a la gente que proteste de forma pacífica», señaló la madre del fallecido. El padre aseguró que todavía confía en que la muerte de su hijo sirva para cambiar el actual clima social y llamó al «cambio».
Ese mismo mensaje de tranquilidad fue el que emitió el presidente del país, Barack Obama, quien condenó el brote de violencia, tanto de los manifestantes como de la Policía. «No tengo ninguna compasión por aquellos que destruyen su propia comunidad», indicó.
El mandatario también hizo referencia a la violencia policial y a la injusticia respecto de las minorías que viven en EEUU. «Este problema no es solo de Ferguson, es estadounidense», señaló.
«No se trata de un incidente aislado, tienen raíces profundas en muchas comunidades afroamericanas que tienen la sensación de que nuestras leyes no siempre se aplican de manera uniforme», apostilló. «Si alguna parte de la ciudadanía siente que no es bienvenida, o que no es tratada de manera justa, eso es algo que pone a todos en riesgo y todos tenemos que estar preocupados», agregó. 
Por ello, se ha comprometido a trabajar para abordar las desigualdades en el sistema de aplicación de la ley. «Quiero trabajar con ustedes», reiteró.