Numerosos cebrereños cumplieron con la tradición de cada primer domingo de mayo y honraron a la Virgen de Valsordo en la ermita que lleva su nombre, en cuyo exterior se celebró la misa de campaña en su honor bajo un sol radiante y el inmenso cielo azul despejado completamente de nubes. La jornada soleada contribuyó a que, tras los actos religiosos, los vecinos allí congregados compartieran un día de campo, muchos de ellos comiendo en los alrededores de la ermita, tal como manda la tradición de este día. También en El Barraco fue un domingo marcado por la devoción, en este caso a San Marcos, cuya imagen fue trasladada en procesión hasta su ermita, donde se celebró una eucaristía al aire libre. A continuación llegó el momento de las danzas tradicionales al son de la dulzaina y el tamboril, tras la cual los mayordomos invitaron a los asistentes a pastas y a limonada. Fueron numerosas las familias barraqueñas y los grupos de amigos que comieron en el campo aprovechando que este año el tiempo sí respetó la romería de San Marcos.  Ambas localidades cumplieron, por tanto, con los mandatos de sus tradiciones, compartiendo un soleado día de hermandad al aire libre.