El manifiesto del Primero de Mayo exige un Plan Industrial para Ávila

Mayte Rodríguez
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Unas 300 personas participaron en la manifestación celebrada este domingo en Ávila bajo el lema 'Contra la pobreza salarial y social: trabajo y derechos'

Unas trescientas personas recorrieron este domingo las calles de Ávila en la manifestación del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, que arrancó al mediodía de la plaza de Santa y concluyó en el Mercado Chico, donde se leyó un manifiesto reivindicativo a través del cual UGT y CCOO reclamaron de viva voz a la Junta de Castilla y León la puesta en marcha de un Plan Industrial para Ávila que propicie la creación de empleo en la provincia, especialmente azotada por el paro, tal como ha confirmado estos días la Encuesta de Población Activa (EPA). Precisamente, el recién estrenado secretario provincial de UGT, Javier García, destacaba poco antes de inicarse la manifestación el «grave problema que tenemos con la creación de empleo», al que hay que sumar «la temporalidad y la precariedad» que marcan el mercado laboral abulense.

«Ponerle rostro humano» a «las consecuencias de las políticas que, al amparo de la crisis, vinieron para quedarse» era uno de los objetivos de la manifestación del Uno de Mayo, subrayaba por su parte Óscar García Barroso, responsable provincial de CCOO. «Personas a las que se contrata por tres horas para trabajar doce, mujeres que tienen miedo de quedarse embarazadas por perder su puesto de trabajo, compañeras que llevan meses sin cobrar, ..., son muchos ejemplos» de «hombres y mujeres que, teniendo trabajo, son pobres porque cobran salarios rídiculos», denunció.

Allí estaban, de hecho, las trabajadoras de la empresa Linorsa en Ávila, que acumulan cinco meses sin recibir su nómina. Aunque portaban una visible pancarta en la que exigían el pago de su sueldos a la empresa de limpieza, ellas no eran las únicas trabajadoras en dificultades que acudieron a la manifestación del Uno de Mayo para reclamar mejoras en sus derechos laborales. También estaban allí representantes de Tragsa, de Asidema y de Nissan, entre cuyos trabajadores cunde «la incertidumbre cuando se está a la espera de un nuevo vehículo» que asegure la producción de la fábrica y, con él, la carga de trabajo, recalcó Óscar García Barroso. Precisamente, a los abulenses afectados por algún tipo de conflicto laboral que se hicieron presentes en el acto central del Primero de Mayo se sumó un grupo de ciudadanos de Huelva afectados por la regulación laboral en los astilleros de esa ciudad.  Aprovechando que estos días estaban en Ávila pasando el puente, decidieron visibilizar su problema laboral, portando una pancarta en la que reclamaban a la Junta de Andalucía las recolocaciones a las que se comprometió en su día, cuyos damnificados se concentran todos los miércoles ante el Ayuntamiento onubense pidiendo soluciones, según explicaron a los abulenses que se les acercaron interesándose por su situación y solidarizándose con ellos.

 

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