«La fundación de San José fue la cuna para la reforma de la Iglesia española»

David Casillas
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El teólogo José Antonio Calvo cerró el ciclo 'Las charlas de palacio' hablando de las claves que rodearon la primera fundación teresiana

«La fundación de San José fue la cuna para la reforma de la Iglesia española»

José Antonio Calvo, doctor en Teología e Historia, clausuró el III Ciclo de conferencias ‘Las charlas de Palacio’ organizado por la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Ávila, un foro de conocimiento centrado en la figura de Santa Teresa al que el ponente aportó una muy interesante información sobre todos los aspectos que rodearon la fundación del convento de San José, el primer «palomarcico’ de los muchos que creó la religiosa abulense.

Habló en primer lugar José Antonio Calvo de cómo germinó en Santa Teresa «la idea de la necesidad de reformar la orden del Carmelo», un proyecto que vio la luz con la fundación de San José en 1562 pero cuya idea ya rondaba la cabeza de la Santa desde aproximadamente 1560 y al que ayudaron «condicionantes como las figuras de San Pedro de Alcántara o doña Guiomar de Ulloa, la vida que llevaba en la Encarnación y también su experiencia del mal, del infierno». Una vez que puso en marcha esa nueva fundación, en la que recibió «importantes influencias» de los jesuitas, de los dominicos y también de San Pedro de Alcántara, Teresa de Jesús se encontró con no pocas dificultades para llevar a cabo su cometido, entre ellas las que le pusieron  el convento de la Encarnación y la propia ciudad, «por tratarse de un convento que quiere vivir sin renta, pobre y por eso necesita nuevas limosnas».

A pesar de todas esas dificultades, la reformadora, firme en su propósito, puso en marcha su proyecto, una tarea en la que contó de nuevo con apoyos que hicieron posible que su empeño y clarividencia diesen los frutos deseados. Entre esas ayudas que necesitó la futura santa destacó José Antonio Calvo los dineros «llegados desde América que le envió su hermano Lorenzo» y la «argucia» que utilizó para que no llamase mucho la atención su obra antes de tiempo llevando a vivir a su hermana Juana y a su marido a las casas que compró en la finca que luego ocuparía el convento, alguna de las cuales aún se conserva.

El resultado, destacó el ponente, fue una fundación que «hoy nos parece prodigiosa y entonces lo hubo de parecer más por las muchas dificultades que se encontró», una revolución que no se quedó en un mero convento ni en una orden remodelada sino que «fue la cuna para todos los demás carmelos y para toda la reforma en sentido grande de la Iglesia española, una Iglesia que sería más evangélica, más eclesial, de comunidades pobres pero dignas».

Por todos esos motivos, resumió Calvo, el convento de San José es un templo que se ha convertido en una referencia espiritual a nivel internacional, por lo mucho que significó al conseguir no ser solamente «el primer paso en una ruptura sino el inicio de una propuesta renovadora que influyó en la reforma de toda la Iglesia española».