Luis Martín nos ofrece una aventura que aunque aborda plenamente la ficción histórica, muestra temas inteporales como el respeto que los seres teóricamente tan primitivos mostraban  hacia la Naturaleza, como único medio de supervivencia, que choca también con la sed de poder de algunos personajes o el intento de difundir e imponer determinadas ideas ocreencias.

Para Gara, la anciana que narra y dinamiza la historia, el hombre es hijo de la tierra y "nada de lo que nos rodea nos pertenece salvo nuestra propia vida que es lo único que tenemos. Tras la muerte, nada queda excepto los recuerdos".

La novela posee un estilo limpio y directo, sentido y fácil de leer. A medida que transcurren las páginas introduce al lector en un mundo pasado.

El autor, Luis J. Martín, también apasionado de la naturaleza, tiene un pequeño comercio en Arévalo (Ávila), su pueblo natal, y ha publicado varios trabajos de campo en diversas revistas especializadas.

También es coautor del libro "Guía de las aves de La Moraña y Tierra de Arévalo" (1999). Colabora con temas medioambientales en la revista La Llanura de Arévalo, y ha escrito varios relatos cortos. Esta es su primera novela.

Editorial Eride.

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