La tradición del bolillo sigue vigente

Eduardo Cantalapiedra
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Alrededor de 800 mujeres y hombres de 17 provincias se dieron cita en el XV Encuentro Nacional de Encajeras en el Mercado Grande

XV Encuentro Nacional de Encajeras. - Foto: David Castro

Alrededor de 800 mujeres y hombres llegados de diecisiete provincias españolas se dieron cita este sábado en la plaza del Mercado Grande de Ávila para participar en el XV Encuentro Nacional de Encajeras, organizado por la Asociación Cultural Milano en colaboración con el Ayuntamiento de esta ciudad.

Se trata de una peculiar exposición donde el público tiene la oportunidad de comprobar la destreza necesaria para hacer encaje de bolillos de manera artesanal de la mano de aficionadas y aficionados de este arte llegados de diferentes puntos de Ávila, Burgos, Córdoba, Gijón, León, Pamplona, Palencia, Plasencia, Orense, Segovia, Salamanca, Madrid, Toledo, Vigo, Valladolid, Zamora y Murcia.

La presidenta de la Asociación Milano, Paquita Muñoz, explicó que la iniciativa no nació con el ánimo de vender productos, «aunque alguno siempre hace encargos», sino de mostrar las técnicas que se emplean para hacer «auténticas obras de arte» entremezclando los bolillos.

XV Encuentro Nacional de Encajeras.XV Encuentro Nacional de Encajeras. - Foto: David Castro Entre esos trabajos, Muñoz destacó desde las puntillas para toallas, hasta visillos, mantelerías y abanicos «de un valor incalculable», pues «requiere muchas horas de trabajo y paciencia». «Es un arte que se aprende continuamente, porque al mismo tiempo que enseñas tu técnica, te familiarizas con la de otras», apuntó la presidenta de Milano.

El propósito, como en ediciones anteriores, es el de «reivindicar una tradición artesana que en muchos sitios va perdiéndose con el paso del tiempo», manifestó Paquita Muñoz quien subrayó, no obstante, que «en Castilla y León, esta especialidad se encuentra en auge», como también ocurre en otras zonas de la geografía española, como Cataluña, donde celebran encuentros de este tipo con hasta 2.000 participantes.

Desde los más complicados, en los que se utilizan doce docenas de bolillos, hasta los más simples, en los que se usa una veintena, se confeccionaron este sábado en Ávila ante la mirada de numerosos curiosos.

También, como viene siendo habitual en esta cita, se exhibieron piezas de gran tamaño destinadas a convertirse en chales o mantones, pantallas de lámparas, faldones de bebé para bautizos, paños o abanicos con diferentes tipos de hilo que oscilan desde el lino o el algodón hasta la seda de diferentes grosores.

Igualmente, junto a las largas mesas donde trabajaban las encajeras, se instalaron numerosos puestos para adquirir todo tipo de productos necesarios para iniciarse en esta práctica artesanal o para que las encajeras allí presentes compraran aquello que necesitaran para continuar practicando este arte y que a lo largo de año no pueden adquirir con tanta facilidad.

Este encuentro se completó con la ya tradicional actuación de la rondalla de Navalmoral de la Sierra y con una rifa de diferentes productos donados por empresas y particulares, cuyo dinero se destina precisamente a la organización de este gran evento que cada año atrae a más participantes y curiosos a la plaza de Santa Teresa.