El Ayuntamiento de la localidad de Peguerinos continúa dando pasos firmes para regularizar por fin la zona conocida como Rajuelos de Arriba, en la que existe en la actualidad una veintena de casas construidas en suelo considerado como urbano no consolidado.

Este jueves, el Boletín Oficial de la Provincia informaba de la publicación de la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto del Plan Parcial Modificado del Sector de Suelo Urbanizable SAU-3 que busca tanto legalizar como acondicionar la zona.

Éste es casi el último paso burocrático necesario para lograrlo, según explica a Diario de Ávila la alcaldesa de la localidad, Asunción Martín, que habla de cómo se han ido logrando en los últimos años los ‘vistos buenos’ de los informes de Cultura, Arqueología o Confederación Hidrográfica, entre otros. «Todos han sido favorables», recalca la alcaldesa, que aclara que una vez tengan resueltos todos los trámites burocráticos «empezará la obra, que es lo importante».

Una obra que lógicamente se sacará a concurso y que pasa por «llevar a buen puerto la reparcelación» de una zona en la que se llevarán a cabo los trabajos de urbanización que durante tanto tiempo han demandado los vecinos de esta zona del pueblo.

Viales, canalización... «Hay que meter los viales, la canalización, el alumbrado...», describe Martín algunos de los trabajos que se llevarán a cabo y que estarán centrados, sobre todo, en dotar de servicios el barrio con el fin de que se pueda legalizar.

Lo que de momento parece difícil concretar son las fechas tanto del comienzo de las obras como del fin de las mismas. Algo que, en principio, parece no preocupar mucho a los responsables municipales, como reconoce la alcaldesa. «Llevamos muchos años trabajando en este tema», se explica Martín, que recalca en este sentido que a lo largo de este tiempo se han ido dando todos los pasos necesarios para que el proceso se lleve a cabo de manera escrupulosa, con independencia del tiempo que fuera necesario.

EnRajuelos de Arriba existen, como decíamos, 20 viviendas.De ellas tres están ocupadas durante todo el año y el resto se emplean de segunda vivienda los fines de semana y en época estival.