Apenas cumple la Regional de Aficionados cuatro jornadas. Queda todo un mundo por delante, para lo bueno y para lo malo.Pero para mirar al calendario de la competición con cierto optimismo, ilusión y ambición, cada uno dentro de sus propios objetivos, tanto el Colegios Diocesanos como el Bosco de Arévalo necesitan puntuar.Porque no ha sido el inicio de temporada que esperaban. Para ninguno. Si los colegiales se han descolgado de una zona alta en la que quieren estar a final de curso para pelear por el ascenso, los morañegos se han metido en descenso. Es el momento de reconducir el proyecto, sumar de tres en tres y retomar el camino de los objetivos.Porque queda mucho, pero quedar descolgados a inicios de temporada pondría la competición demasiado cuesta arriba.

«Tenemos que ganar».Lo decía el propio Somoza, entrenador del Colegios Diocesanos, después del inesperado empate ante el Racing Lermeño. Uno de esos empates de los que uno se arrepiente a final de temporada. Ahora toca recuperar el terreno perdido y hacerlo ante el Villamuriel.Y no es rival menor. Porque los palentinos llegan este sábado al Sancti Spíritu a partir de las 18,15 horas en segunda posición y dispuestos a pelear por el billete a Tercera. Tras el empate ante el Lermeño, toque de atención en el vestuario colegial en un inicio de curso en el que el calendario era duro, «pero tenemos que salir vivos de aquí». Si quieren estar arriba no hay otro camino.

Y si quieren seguir en la Regional de Aficionados el camino del Bosco de Arévalo pasa por sumar su primera victoria. La esperaban en su debut en el Salesianos pero no llegó.Derrota abultada (0-4) ante la Arandina B. «Tenemos que seguir trabajando» reconocía Jordi tras el mal arranque de los morañegos. Confía el abulense que la recuperación de los lesionados pueda ayudar a la recuperación del equipo, que este sábado tiene una complicada salida a Palencia, al campo del Venta de Baños. A partir de las 17,30 horas visitan el Amador Alonso, donde El Espinar perdió 5-0. Aviso a navegantes.