El teatro pierde a su maestra

AGENCIAS
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La dramaturga Ana Diosdado, precursora entre las directoras de la escena en España, fallece repentinamente a los 77 años de una parada cardiorrespiratoria cuando asistía a una reunión

 
El mundo del teatro y de la interpretación perdió ayer a uno de sus más destacados símbolos y a una precursora en las tablas. La escritora, actriz y dramaturga Ana Diosdado, que  padecía leucemia desde antes de 2013, murió ayer en Madrid de forma repentina a los 77 años de una parada cardiorrespiratoria cuando asistía a una reunión de la Junta Directiva de la Sociedad General de Autores (SGAE).
Los profesionales de la cultura darán mañana su adiós a Diosdado, una mujer «bondadosa» en su faceta personal pero «revolucionaria» en su ámbito profesional, parcela donde sus compañeros y amigos la han definido como una «gran dramaturga».
Será la sede de la SGAE  la que acoja hoy a partir de las 16,00 horas, y por expreso de su familia, la capilla ardiente de la dramaturga, directora y actriz Ana Diosdado, nacida en 1938 en Buenos Aires, donde estaban de gira sus padres, los actores Isabel Gisbert y Enrique Diosdado.
Sin duda, uno de los proyectos más exitosos de la actriz fueron las series de los años ochenta como Anillos de oro, junto a Imanol Arias, y Segunda enseñanza.
Ahijada de Margarita Xirgu, debutó en el teatro con su compañía con tan solo cinco años. Cuando regresa a Madrid en 1950, estudia en el Liceo francés y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense, aunque abandona la universidad para escribir relatos y artículos. Con 24 años fue finalista del Premio Planeta con la novela En cualquier lugar, no importa cuándo.
En 1970, escribe su primera obra teatral, Olvida los tambores, que se convierte en su mayor éxito en los escenarios y que fue llevada al cine en 1975 por Rafael Gil. Durante los ensayos de la adaptación de La gata sobre el tejado de zinc, de Tennessee Williams, conoce al actor Carlos Larrañaga. Se casan en Londres en la primavera de 1979 y se volvieron a casar en Toledo el 6 de noviembre de 1987.
La repentina muerte de Diosdado dejó especialmente afectado al presidente de la SGAE, Luis Acosta, quien describió que la actriz estaba «perfectamente» cuando llegó ayer por la mañana a la sede.  «Pasé a verla a su despacho y estuvo bromeando con su peculiar sentido del humor sobre su estado de salud», indicó.
Luego entraron a la reunión y cuando ya llevaban «un tiempo» se mareó y «se le puso muy mal color de cara». Entonces llamamos a una asistencia y fueron los sanitarios los que, tras intentar reanimarla durante 50 minutos, les comunicaron que había fallecido.
Una vez conocida la noticia, la actriz Amparo Larrañaga, que debutó con Diosdado en la ficción televisiva con la serie Anillos de oro (1983), afirmó que ésta ha sido la «mujer más inteligente» que ha conocido «a todos los niveles».
«Supo hacer lo que nadie y revolucionó el teatro y la televisión al dar paso a una nueva generación de actores», añadió.
Larrañaga se refería a series como Segunda enseñanza, estrenada en Televisión Española en 1986, que dio a conocer a actores como Maribel Verdú, Jorge Sanz, Javier Bardem, Aitana Sánchez-Gijón o ella misma.
Precisamente Sanz coincidió con Larrañaga en que Diosdado ha sido «una gran dramaturga en todos los aspectos, en televisión o sobre las tablas».
Pero la intérprete madrileña, hija de Carlos Larrañaga (marido de Diosdado de 1979 a 1999) recordó también que la actriz argentina fue la «única amiga en la enfermedad» de su progenitor. Por eso, en el terreno personal destacó también su «bondad» y «su generosidad», además de su discreción y «una clarividencia y lucidez como pocas personas».
Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, calificó a Ana Diosdado de «creadora versátil» cuya obra se pudo disfrutar «no solo en libros, sino también en la escena teatral e incluso en la televisión».
«Era una trabajadora incansable hasta el final, incluso para hacerle frente a la enfermedad», señaló el ministro.