«La gente me pregunta qué tengo en la cabeza"

M.M.G.
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Pablo Garcinuño es abulense, escritor y periodista. Y ahora, también, un recién estrenado papá por partida doble: de la pequeña Mara y del libro 'Mala baba', una recopilación de relatos que no dejan indiferente a sus lectores.

«La gente me pregunta qué tengo en la cabeza" - Foto: David Castro

Pablo Garcinuño (Ávila, 1981) ha vivido en poco espacio de tiempo dos momentos mágicos. Por un lado, el nacimiento de su primera hija, una preciosa niña que ha querido sorprender a sus padres con su llegada prematura. Y por otro, la publicación de su cuarto libro, el primero en formato papel. Mara es el nombre de la pequeña y Mala Baba (Editorial Titanium), el del otro ‘nuevo miembro’ de la familia. De ambos hablamos con Pablo en el Lienzo Norte. 

Llega sonriente, cuándo no. Y, generoso, nos regala un tiempo que ahora, una vez publicado su último libro, dedica casi en exclusiva a su hija. Detrás de esa sonrisa se esconde el responsable de una obra en la que con su envidiable estilo, Pablo reflexiona «sobre la maldad que todos llevamos dentro y que intentamos ocultar». Un humor ácido y fino entreteje los 18 relatos que componen Mala baba, una obra con ciertos toques biográficos y que ya vuela libre por librerías y la red (está disponible, por ejemplo, en Amazon).

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza sobre Ávila?

La Muralla. 

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

Su cielo y su luz. Mucha gente lo dice. La primera vez que yo lo escuché fue con Benjamín Prado, que era muy amigo de Alberti, que era de Cádiz, y él decía que de Madrid venía mucho a Ávila porque le recordaba al cielo de Cádiz.

¿Y lo que menos?

La tendencia que tenemos de pueblo, para mal, al cuchicheo y a juzgar a la gente.

Un lugar para perderse.

El Soto. Corro bastante por ahí y es un sitio que me gusta.

Un recuerdo de la infancia.

Pasear con mi abuelo Goyo por el parque de San Antonio.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Carlos de Miguel, es una persona de la que aprendí mucho profesionalmente. 

El mayor cambio que necesita Ávila es …

Abrir un poco las mentes. El mayor cambio que necesitamos es mental, el no extrañarnos tanto con las diferencias.

Y tiene que mantener …

El orgullo abulense, que sí que lo tenemos. Es verdad que somos muy críticos pero tenemos cierto orgullo de abulenses y eso sería bueno que no lo perdiéramos. 

¿Qué le parece la ciudad hoy día?

Tendemos a ser muy críticos, pero a pesar de ello creo que no está mal. Lo peor de todo es que faltan oportunidades laborales. Y lo mejor es que es una ciudad cómoda para vivir.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Espero que vaya mejor. Espero que crezca un poco en oportunidades laborales, que creo que es lo que está peor. Quiero verla con optimismo. Quiero pensar que eso va a pasar y que va a mejorar un poco.

¿Qué puede aportar a la ciudad?

Ojalá reflejarla bien en algún escrito, en algún cuento.